Urbanismo echa atrás el plan de regeneración de Fosal de Moros, bloqueado desde 1980
El barrio quedó fuera de ordenación en el PGOU de Huesca y se suspendieron las licencias de obras. El ayuntamiento confía en poder corregir las deficiencias detectadas por el Consejo Provincial.
Han trascendido pocos detalles sobre los motivos por los cuales no se acepta este planeamiento urbanístico. No obstante, la concejal de Urbanismo, María Rodrigo, explicó que la modificación "no se rechaza de plano". Según dijo, el informe es desfavorable "por una serie de cuestiones técnicas que es necesario subsanar". En ello están los servicios jurídicos municipales. "Confiamos en que el ayuntamiento y los propietarios podamos corregir las deficiencias detectadas y continuar adelante", añadió.
El presidente de la Asociación de Propietarios del Polígono 14, Lorenzo Diarte, indicó que todavía no han tenido acceso al informe del consejo provincial y que esperan valorarlo con sus asesores. En todo caso, indicó que "parece que se trata de aclarar algunos puntos que no afectan a lo global de la propuesta". El portavoz de los afectados recordó que la modificación del PGOU fue aprobada por los grupos del ayuntamiento en julio del año pasado. "Solo el PSOE se abstuvo, pero no fue por problemas de forma", señaló.
En aquella fecha, el equipo de gobierno del PP anunció el fin de 35 años de bloqueo al futuro del barrio, que en los planes generales de urbanismo de 1980 y 2003 quedaba como no consolidado, es decir, pendiente de nueva ordenación. Hace 12 años, los vecinos rechazaron la propuesta que, en pleno boom inmobiliario, contemplaba el derribo de la mayoría de las casas para levantar 600 nuevas viviendas y la construcción de un gran paseo.
En 2006 se constituyeron como asociación y diseñaron un nuevo planeamiento que mantenía la configuración del barrio con pocos cambios, salvo la apertura de tres nuevas calles y mejoras por valor de 6 millones de euros que debía asumir el ayuntamiento. Este rechazó la propuesta. Mientras tanto, la zona continuaba deteriorándose y a su alrededor seguían levantándose edificios altos, en contraste con las casas de dos o tres alturas que se construyeron en el Polígono 14 en la década de los sesenta.
En 2014, después de tres años de negociación entre propietarios y responsables municipales, se llegó a una solución intermedia. Ni un barrio completamente nuevo ni uno que continuara con una isla en medio del casco urbano. La modificación se explicó como una solución mixta que contentaba a todas las partes. Los propietarios podrían mejorar y construir viviendas (con menos altura de la pretendida) y el ayuntamiento acondicionaría las calles en vez de abrir otras nuevas.
El área se pensó con tres tipos de suelo (de ahí la modificación del PGOU). En uno se podría rehabilitar o construir y se ensancharían algunas calles. Otro permitiría levantar promociones de pisos y una tercera zona, donde estuvo la gasolinera Niágara, quedaría para equipamientos de carácter privado.
El expediente salió a información pública. Al parecer, algunas de las alegaciones admitidas y ciertas soluciones recogidas en el plan no son acordes con la norma. Tras las correcciones, el planeamiento volverá al Consejo Provincial de Urbanismo y si aquí recibe el plácet el ayuntamiento podrá empezar a redactar los proyectos de los viales.
