Nani Roma agranda su leyenda con la conquista de su novena Baja Aragón

Éxito rotundo. Así se ha calificado por parte de la organización y de las instituciones la 32ª edición de la Baja Aragón que se despidió ayer de Teruel. Éxito porque la prueba se consolida, aspecto que se demuestra por la alta participación y por la calidad de sus pilotos. La Baja registró este año más de 200 inscripciones, entre las que se podían leer los nombres de los mejores pilotos de raids como Nani Roma, que ayer consiguió su noveno título en la competición, o Gerard Farrés, que alzó el premio por quinta vez.

"Esta prueba nos sitúa como un referente en el deporte del mundo del motor, junto con el circuito de Motorland en Alcañiz. Además, es un evento con un retorno económico importante, tanto para la capital como para toda la provincia", explicó Mayte Pérez, consejera de Educación, Cultura y Deporte. La Consejera declaró que era su primer acto desde que ocupaba el puesto y que acudía con la única intención de reconocer el prestigio de la carrera. "Desde el Gobierno de Aragón apoyaremos y colaboraremos con la Baja, siempre que la situación económica nos lo permita", anunció la consejera. Por su parte, el alcalde de Teruel, Manuel Blasco, explicó que la ciudad había dado respuesta a las necesidades de la organización. "Como todo ha salido tan bien, no hay razón para pensar en el cambio de ubicación", declaró Blasco.

Y es que, a los pilotos les gusta el recorrido turolense porque les sirve de prueba para el Dakar. "El trazado de la Baja recuerda al que se realiza por la zona de Córdoba y de San Luis en Argentina, aquí hay un recorrido muy bonito", explicó Orlando Terranova, el subcampeón de coches, tras bajarse ayer de su vehículo.

La competición más dura

Nani Roma se consolidó como el rey de la Baja al conseguir su noveno título en la competición cinco en coches y cuatro en motos. El piloto catalán conductor de un Mini se llevó su tercera victoria consecutiva, con más de tres minutos de ventaja, por delante del argentino Terranova y del debutante Mikko Hirvonen, que no se lo pusieron fácil en ningún tramo. "Este año la carrera ha sido muy difícil porque los competidores nos lo han puesto complicado", reconoció Roma.

También valoró de forma positiva la actuación de su copiloto, Álex Haro, ya que no habían competido juntos antes: "Nos entendemos bien", declaró con una amplia sonrisa. Además, entre la alegría del momento, quiso acordarse de todos los aficionados que han acudido a ver la carrera en alguno de los 450 kilómetros por los que ha discurrido. "La gente está muy contenta y la Baja tiene muy buena salud", concluyó el piloto catalán.

El trofeo de las motos también fue a parar a unas manos ya conocidas en la competición. Gerard Farrés consiguió su quinta victoria, la segunda de forma consecutiva. El motociclista catalán no tuvo rival durante la carrera ya que desde el primer momento dominó con claridad. Consiguió sacar más de 10 minutos de ventaja a su perseguidor Marc Guasch y más de 16 al tercero, Marc Sola.

"La Baja es una carrera muy dura, en la que hay mucho nivel, donde se fatiga mucho el motor y los neumáticos", afirmó Farrés, antes de subir a recoger su premio. El piloto de motos se mostró muy contento por reinar de nuevo en tierras turolenses y aseguró su asistencia en la próxima edición. El aragonés Mario Gajón volvió a revalidar su entorchado en la categoría de quads. Ser el piloto de la casa provocó que Gajón se llevase la mayor ovación durante la entrega de premios.

En la categoría femenina, la motorista Laia Sanz, octava en la general, ganó con contundencia a su única rival Rita Vieira. En camiones, el dakariano Gerard de Rooy levantó el trofeo. Y los participantes más mediáticos de esta edición, Jesús Calleja y el político Albert Rivera, repitieron el mismo fallo eléctrico en su buggy, y abandonaron la carrera.

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