Lambán se olvida de sus anuncios electorales y subirá la presión fiscal ya en 2016

Aseguró que la DGA podría recaudar 235 millones en dos años "sin necesidad de subir los impuestos". Habló de «recuperar» tasas ambientales derogadas, pero no de crear de forma inmediata nuevos tributos.

El equipo formado por Javier Lambán, tras su primer consejo de gobierno.
El equipo formado por Javier Lambán, tras su primer consejo de gobierno.
Oliver Duch

Había asegurado en distintos foros que no tocaría la presión fiscal y que, antes de anunciar cualquier impuesto ambiental, vigilaría que no afectase "a empresas aragonesas" ni a su competitividad. Pues ha tardado menos de un mes en iniciar el camino contrario. El Gobierno de Aragón ha decidido dejar de lado algunas promesas electorales para afrontar el "complicado" escenario presupuestario que acaban de descubrir.


El entonces candidato del PSOE a la Presidencia de Aragón, Javier Lambán, aseguró durante los meses de 2015 previos a las elecciones que, si lograba acceder a presidir la Comunidad, podría afrontar sus compromisos electorales sin subir ni bajar la presión fiscal de los aragoneses. Incluso, llegó a presentar en su programa una valoración de todo lo que podría mejorar la recaudación de la DGA "sin necesidad de subir los impuestos". Eran 235 millones en dos años.


Sin embargo, en sus tres semanas en el Pignatelli estas cifras parece que ya no cuadran, y –á través de su consejero de Hacienda, Fernando Gimeno– ha anunciado dos medidas inmediatas: crear tributos ambientales dirigidos a los comerciantes aragoneses y subir el tramo autonómico del IRPF para todo lo que consideren rentas altas.


El primer nuevo impuesto a los comerciantes aragoneses se lo va a cobrar a través de una segunda tasa a las bolsas de plástico. Si ya tienen que pagar los clientes una tasa por cada bolsa que utilicen al comprar en las grandes superficies, ahora los que deberán pagar serán las propias pymes y las grandes áreas. Esta nueva tasa no anulará la otra, sino que se suma. La DGA se ha inspirado en Andalucía, que también la ha implantado.


El programa electoral del PSOE aragonés abordaba "mantener y recuperar los impuestos ambientales" que la anterior DGA había anulado. Esa referencia era el impuesto a las estaciones de esquí, no a ningún nuevo tributo vinculado a los comercios. En el programa sí decían que "la tributación verde debe ser objeto de atención y desarrollo", pero especificaba la palabra "futuro", por lo que no se interpretaba que fuese una de las primeras decisiones al llegar al Pignatelli. Además, acotaba cualquier nuevo tributo ecológico a que "no comprometa la competitividad de las empresas aragonesas".


En cuanto a la decisión de subir ya el IRPF a rentas altas, el equipo de Lambán la ha justificado diciendo que con ella pretende "compensar" el efecto en Aragón de la rebaja anunciada por el Gobierno de Mariano Rajoy.


Sin embargo, la rebaja del Gobierno central es solo para el tramo estatal, por lo que no afecta a la parte del IRPF que ingresa la Comunidad. En el programa del PSOE sí abordaba la posibilidad de "revisar" el IRPF de las rentas altas, pero lo vinculaba a la "actividad económica". Lambán aseguró el pasado viernes que su gobierno "no va a hacer nada que contravenga ni contradiga el programa fiscal con el que se ha presentado estalegislatura".


Por último, el PSOE se había comprometido a suprimir entes de la DGA y racionalizar su gasto. Sin embargo, acaba de anunciar la creación de uno nuevo, para "supervisar" el pacto de PSOE con Podemos.

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