Ortuño: "Ángel y yo somos complementarios"

Alfredo Otuño ha sido uno de los últimos fichajes y apenas suma cinco entrenamientos con el equipo. En la Almunia se estrenó ante el Ebro y notó su falta de rodaje.

-Hace algo más de un mes le ganaba un ascenso al Zaragoza. Y ahora está aquí. ¿El fútbol es inescrutable?

-Bueno. Igual si hubiera subido el Zaragoza yo no hubiera fichado. Estoy muy contento de estar en un histórico del fútbol español. Este año queremos devolverlo donde se merece, a Primera División.


-¿Qué equipo se ha encontrado en sus primeros días de trabajo?

-Lo que pensaba. He venido al Real Zaragoza porque me gustaba lo que veía desde fuera: un equipo que va a jugar bastante por banda, con profundidad… Egoístamente, me viene bien que sea así y me he decidido por eso. También por el interés de Ángel Martín González. Ha sido muy determinante. Nadie ha insistido tanto como él. Sé que he tomado la mejor decisión.


-En solo 18 meses ha pasado por La Hoya de Lorca, Girona, Granada, Las Palmas y Zaragoza. ¿Es el momento de la estabilidad?

-He dado muchas vueltas, sí. Mi intención hace un año era quedarme toda la temporada en el Granada. Yo quería jugar, pero no tenía protagonismo. Me daba igual no estar en Primera, yo quería jugar todos los domingo. Si no, no me siento futbolista. Luego, en Las Palmas, me ha pasado algo raro, no sabría explicarlo. Me firman cuatro años y a los dos días me comunican que el entrenador no cuenta conmigo. Si no me querían, por mí no iba a haber problema

para encontrar un acuerdo. Es una situación extraña. Pero ahora eso pasó y ya estoy aquí, en el Real Zaragoza. Y espero que todo sea más estable.


-¿De tanto vaivén se extraen lecciones?

-Al final, todo esto te ayuda a conocer mejor este mundo. Lo que otros compañeros han vivido en tres años, yo lo he hecho en unos pocos meses.


-Es murciano, de Yecla, pero manchego de formación… Coincidió con Jaime Romero en el Albacete.

-Sí, él es un año mayor, pero jugamos juntos temporada y media en juveniles. Es un buen amigo.


-Su hermano Juanto Ortuño también es delantero. ¿Su familia es futbolera?

-Sí. Juanto acaba de firmar por el Llagostera y el año pasado marcó en La Romareda con el Sabadell. Tiene un año menos que yo, aunque es distinto. Más fino, puede moverse más por banda. Es muy buen jugador. En mi

casa se ve fútbol constantemente. Mi padre estuvo en el equipo del pueblo, pero jugaba más por afición, con los amigos.


-¿Un delantero se curte más cuando, como usted, ha jugado tanto en Segunda B?

-Más que curtir, lo que se aprende es la picardía necesaria para jugar arriba. El fútbol se aprende en la calle y la Segunda B es la calle del fútbol.


-Su mejor curso goleador son 19 tantos repartidos entre La Hoya de Lorca y Girona hace dos años. -¿Se puede subir ese techo?

-Yo aún no he explotado. Y espero que sea este año cuando lo haga. Ya toca. Tengo 24 años. Quiero superar por fin la barrera de los 20 goles, aunque no me marco una cifra de entrada.


-Borja Bastón lo hizo. Vino al Real Zaragoza con poco más de 10 goles como mejor registro y se fue hasta los 23…

-Sí. Ojalá me pase igual.


-¿Ese listón está muy alto? ¿Le preocupa la exigencia de relevar esos goles?

-Está claro que el listón es muy considerable. 23 goles cuestan mucho anotarlos. Yo nunca he mirado el pasado ni a quien tengo que sustituir. Me marco mis propias metas. Sé que hay que llenar el hueco de Borja Bastón y de la gente que estaba el año pasado, pero estoy convencido de que vamos a hacer un año

bonito.


-¿Sabe que Zaragoza es plaza de delanteros? Aquí han roto a golear desde Esnáider a Morientes. O Villa, Diego Milito y el propio Borja.

-Conozco esa tradición. Ojalá Ortuño se una a la lista. Tal y como se está planteando el equipo, voy a tener oportunidades de gol. Ya vi el año pasado que al entrenador le gustaba el fútbol de ataque y por eso he elegido el Zaragoza.


-¿En qué estilo se desenvuelve mejor? ¿Con juego más directo o con más posesión?

-En el Girona metí goles en un estilo bastante directo. En Las Palmas, con un juego más interior y de toque, marqué cuatro en 700 minutos, con un promedio de goles por minuto muy parecido a Girona. Me adapto a cualquier modelo, aunque debo decir que prefiero equipos con más profundidad, llegada por bandas y de mucho ataque.


-En los primeros entrenamientos cuesta identificar su pierna buena en el remate, porque sale y arma el tiro por los dos lados. Pero cuando controla

o conduce en balón, maneja más la izquierda. ¿Es zurdo o diestro?

-Soy zurdo (risas). Pero a portería le pego con las dos. Siempre he rematado con las dos. Tuve un entrenador en el cadete del

Albacete que me dijo que un delantero debía definir en el área con las dos piernas y me hizo trabajarlo mucho el golpeo con ambas. Al final, esa obligación ha dado sus frutos.


-De momento, la delantera la comparte con Ángel. ¿Mezclaría bien con él en el ataque?

-Ángel y yo somos muy diferentes. Por eso creo que podemos ser complementarios. Podemos jugar juntos en un 4-4-2 o en un 4-2-3-1 perfectamente. Seríamos una buena pareja.
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