Por tanto, el partido sirvió para que los de Tevenet sigan con su rodaje de cara al inicio de la competición y puedan poner en juego las nuevas consignas que les transmite el entrenador ante el salto de categoría al que se enfrentan. También permitió ver por primera vez vestidos de azulgranas a algunas de las incorporaciones que ha realizado el club para la próxima temporada.

Solamente se quedaron en la grada del campo monegrino el último en llegar, Leo Franco, ya que solo ha podido realizar dos entrenamientos con sus nuevos compañeros, y David Mainz y Fran Mérida, que arrastran molestias todavía del final de la anterior campaña. El de Sádaba de tipo muscular y el centrocampista por un fuerte golpe en el empeine que recibió ante el Huracán Valencia. Tevenet planteó dos equipos, uno para cada mitad, en los que se alternaban los nuevos fichajes con jugadores de la pasada campaña y jóvenes del filial.

La apuesta inicial, con Carlos David como capitán, evidenció que José Gaspar y Tyronne siguen teniendo una conexión especial, y en el minuto 7, el canario anotó el primero. Antes, tuvo hasta tres ocasiones claras Esnáider. El segundo sería obra de Manolo al cuarto de hora de juego. Pudieron hacer mayor su renta los oscenses, pero se encontraron con las buenas actuaciones del guardameta local. En el otro lado del campo, Whalley era el elegido para defender la meta azulgrana, aunque se retiró sin necesidad de utilizar sus guantes en los 45 minutos.

Tras el descanso, entró una segunda versión del Huesca, en este caso con más presencia de jugadores del filial, y Bambock y Óscar Ramírez como caras nuevas, lo que relajó levemente el acoso a la meta del San Lorenzo, pero sin que estos pudieran llegar a la puerta defendida ahora por Zaparaín más allá de en una falta lejana. Fue uno de los jugadores del Amudévar, Hamza, el que anotó el tercero y último, en el minuto 70 a pase de Camacho.