Los indicadores de la lucha contra el tráfico de drogas y su consumo en la vía pública no han dejado de ascender en Aragón en los últimos años. Y lo han hecho de forma notable. Durante 2014 la Policía Nacional y la Guardia Civil volvieron a duplicar el número de sanciones por consumo o tenencia de drogas en la Comunidad por segundo año consecutivo. Una tendencia que indica mayor presencia de estupefacientes, pero también mayor presión de los Cuerpos de Seguridad del Estado para perseguir estas prácticas.

En total, durante el año pasado se tramitaron 7.664 por portar o consumir sustancias estupefacientes en espacios públicos en Aragón. Un año antes el número de estas multas había sido de 3.540, y para entonces ya se habían disparado con respecto al año anterior un 150%.

Por provincias, en Zaragoza fue donde más sanciones se impusieron con 5.470, seguida de Huesca (1.795) y Teruel (399). A nivel nacional, si bien el número de multas también creció cerca de un 30% hasta superar las 165.000, el aumento no fue ni mucho menos cercano al que se dio en Aragón, que fue cercano al 55%.

Es la Ley de Seguridad Ciudadana la que expone en su articulado las infracciones en lo que respecta al consumo de drogas aunque no esté ligado al narcotráfico, una norma que ha sido endurecida este mismo año elevando la multa mínima de 300 a 601 euros y recogiendo por primera vez también como sancionable administrativamente plantar o cultivar drogas “en lugares visibles al público”, aunque se entienda que no se desarrolle con fin comercializador. Una nueva regulación que el Gobierno formuló con la intención de llenar el vacío legal que albergaba la norma anterior, la conocida como Ley Corcuera de 1992, que aunque multaba el consumo en lugares públicos como la actual, no abordaba qué ocurría si un particular cultivaba, por ejemplo, cannabis, en el balcón de su casa.

Y es que es precisamente la marihuana la droga que más sanciones de este tipo impulsa. El año pasado en toda España los cuerpos de seguridad intervinieron cerca de 270.700 plantas, un 50% más que el año pasado. Un panorama que también tiene su traslado en Aragón, donde ya en 2013 se incautaron más de 460 kilos en apenas ochos meses cuando un año antes el total había sido de 35.

De forma más reciente, la cantidad de las aprehensiones no han dejado de ir a más. En septiembre del año pasado la Guardia Civil interceptó en la provincia de Huesca varias plantaciones que en total acumulaban más de 1.200 kilos, a lo que se suma el aumento que también ha tenido el número de intervenciones en domicilios y casas completamente preparadas para el cultivo. El último de ellos, el caso de una madre y una hija de Jaca que en una casa de la Comunidad de Calatayud habían desarrollado un elaborado sistema de producción para optimizar el crecimiento de las plantas. La estancia había sido equipada con lámparas halógenas, temporizadores, termostatos y ventiladores, útiles que fueron intervenidos por los investigadores junto con otros 24 kilos de droga.

Con todo ello, no es de extrañar que más allá de las sanciones administrativas, los delitos por tráfico de drogas penados con prisión también se mantengan en niveles más elevados que hace unos años. En 2014 fueron detenidas en 536 personas en Aragón tras esclarecerse más de 300 delitos de este tipo.Alcohol y drogas blandas y accesibles, los mayores problemas de los agentes implicados

Lo que no ha cambiado en este tiempo el perfil del consumidor que la Policía 'caza' consumiendo o portando droga a pie de calle. En su mayoría, varones jóvenes. Un perfil que en el Centro de Solidaridad de Zaragoza-Proyecto Hombre conocen bien en su perfil más delicado.

Desde hace unos años esta entidad -que en 2015 cumple tres décadas- promueve un grupo de atención para jóvenes de entre 14 y 26 años, edad en la que “muchos jóvenes comienzan con un consumo experimental que debe ser abordado cuanto antes para evitar futuras adicciones”, según explica el director de la Fundación, Jesús Sánchez. De las 138 personas que atendieron en este proyecto, el 91% había iniciado el tratamiento por consumo de cannabis y derivados, práctica que en el caso de estos jóvenes estaba unida a otras situaciones, como violencia doméstica y callejera, así como fracaso escolar, lo que ha llevado al Proyecto Hombre a atender también a sus familias.

Pero, más allá del cannabis, desde el Centro de Solidaridad se avisa de que los mayores problemas en los últimos años están llegando del alcohol. “Son las drogas más accesibles y el alcohol, que está totalmente avalado por la sociedad, lo que más aumento de casos nos está dando en los últimos años”, señala Sánchez, que explica que ha sido especialmente llamativo el aumento de atenciones hacia mujeres con problemas de alcoholismo a lo largo de los años de la crisis, en la mayoría de los casos asociados a problemas laborales o familiares.300.000 euros se consiguieron en Aragón procedentes de los decomisos del narcotráfico

Con todo, los largos años de lucha contra el narcotráfico han acabado formulando sistemas que permiten al Estado revertir parte de todo el dinero que mueve ilegalmente el mercado de la droga a la sociedad.

Este pasado miércoles la Policía Nacional anunciaba la detención de una veintena de personas en Zaragoza involucradas en una compleja trama que introducía en la comunidad aragonesa cocaína desde Colombia. Un golpe al narcotráfico en el que además de incautarse más de siete kilos de cocaína que en la calle podrían haber superado los 400.000 euros también se intervinieron una flota de vehículos con compartimentos secretos denominados 'caletas', y unos 33.000 euros en efectivo. Bienes procedentes del narcotráfico que, una vez superado el proceso judicial, acabarán revirtiendo en la sociedad a través del Plan Nacional sobre Drogas en forma de financiación para programas de prevención y lucha contra la drogadicción.

Solo el año pasado incautaciones de dinero en efectivo como esta procedente del tráfico de drogas y la subasta de algunos de los bienes requisados a los delincuentes en la Comunidad desembocaron en 303.012 euros que fueron a parar a la hucha del Plan Nacional Antidroga, casi un 40% más que lo requisado en 2012.