Hoy la sala cuenta con las últimas innovaciones técnicas en materia de sonido e imagen. A mediados de septiembre de 2013 es estrenó el sistema digital, aunque se conservan los proyectores de 35 milímetros. La digitalización se aprovechó para ampliar la pantalla un 150% e instalar los mejores procesadores y altavoces del momento, además de mejorar las medidas de seguridad. Cuenta con una capacidad de 373 butacas que, curiosamente, son los asientos del desaparecido Don Quijote.

El Cervantes se ha convertido en sede de la proyecciones de ópera. Mañana (20.00) se ofrece en diferido ‘Andrea Chénier’, que cierra la cuarta temporada de esta oferta musical.