El Ayuntamiento promete que en 2019 todas las grandes arterias de la ciudad tendrán carril bici
Vía Univérsitas o la avenida de Navarra, entre las que más problemas plantean.
La concejal Teresa Artigas confirma la revisión del Plan de Movilidad Sostenible.
En la primera comisión del área de Urbanismo, Artigas anunció su intención de que a lo largo del presente mandato las grandes arterias de Zaragoza cuenten con una vía ciclista, incluidos algunos puntos que hasta el momento se consideran problemáticos como pueden ser las avenidas de San José y de Navarra, los paseos de María Agustín y de Pamplona o la zona de Vía Univérsitas.
Estos nuevos carriles bici se harán preferiblemente pintando el espacio ciclista sobre las calzadas porque, además de ser esta es la fórmula preferida por los colectivos ciclistas y la DGT, esta intervención requiere menos inversiones y permite avanzar con mayor rapidez hacia el objetivo de ir sumando kilómetros a la red ciclista. Actualmente, y tras cerrarse el año pasado por Valle de Broto el carril bici del segundo cinturón de la ciudad, la malla cuenta con más de 120 kilómetros de vías para ciclistas, a los que habría que sumar también las más de 800 calles pacificadas con la velocidad limitada a 30 kilómetros por hora.
Artigas dijo ayer que volverá a convocar el Observatorio de la Bicicleta el próximo mes de septiembre, cuando ya habrán comenzado las obras de carriles bici previstas en este 2015, entre otras, en Tenor Fleta, Isabel la Católica o el puente de Hierro.
El Plan Director de la Bicicleta fue aprobado en 2010 con consenso social y político y en él los distintos colectivos de Movilidad definieron las prioridades para extender la red ciclista. Aunque algunos de sus puntos han quedado obsoletos en estos últimos cinco años (tiene apartados que incluyen las aceras bici sugeridas como la que el TSJA obligó a borrar en Independencia), tímidamente y a trompicones, se ha ido poniendo en práctica. Como consecuencia de su aplicación se construyó el carril bici de Miguel Servet en 2013 y también el de Corona de Aragón, que permitió conectar las vías del paseo de Calanda con las de la traza del tranvía. El nuevo impulso que se pretende para los próximos cuatro años requerirá, al menos, que la inversión anual en materia ciclista no descienda de los 600.000 euros con los que cuenta el Ayuntamiento este 2015.
Aunque todos los grupos se mostraron partidarios de la necesaria revisión del Plan de Movilidad Sostenible, el concejal Pedro Navarro (PP)reprochó a Artigas que en su primera intervención no mencionó ni las previsiones municipales respecto a la línea 2 del tranvía ni mentó tampoco a los taxistas,"que conforman el sector del transporte público que más ha sufrido la crisis".