Pasarelas para cruzar un profundo cañón en Calomarde

El alcalde, Andrés Hernández, destaca la importancia de este proyecto, que para una localidad de menos de cien habitantes, afectada por una fuerte regresión demográfica, puede, a su juicio, revitalizar el turismo, el único recurso con que, según recalca, se cuenta en el municipio.

El sendero discurre a través de cuatro kilómetros entre pasarelas, la más grande de las cuales, de quince metros, cruza una garganta rodeada de una frondosa vegetación. Y, lo mejor de todo, es para todos los públicos. "Es un sendero de fácil recorrido; el primer día paseó por él un abuelo de 87 años de edad", afirmaba.

Andrés Hernández cree que esta nueva infraestructura contribuirá a promocionar los atractivos naturales de la localidad. El sendero enlazará con el puente de Toba sobre el río Blanco y durante su recorrido se podrá disfrutar de una exuberante vegetación, así como de singulares formaciones geológicas. Incluso se podrá acceder a cuevas de las que cuelgan estalactitas.

El paseo, ya abierto al público, está pendiente de algunas señalizaciones, por lo que el alcalde de Calomarde confía en que favorecerá la llegada de nuevos turistas ya a partir de este verano. "Estos pequeños proyectos son muy importantes para nuestros pueblos –explicaba Hernández–, porque incrementan los atractivos turísticos y potencian nuestros recursos". El alcalde considera necesario configurar nuevos reclamos turísticos para aprovechar el tirón que tiene Albarracín. "Si promocionamos nuestro patrimonio natural y artístico lograremos que los turistas visiten el resto de los pueblos de la Sierra", explicaba el primer edil de Calomarde.

Andrés Hernández pretende completar un recorrido de unos 9 kilómetros, que, a su juicio, añadiría un mayor valor al sendero recientemente abierto al público.

Calomarde hace tiempo que cerró su escuela, pero el incipiente turismo ha permitido revitalizar el municipio con la apertura de un bar restaurante, una pensión y dos casas rurales.