La Costa Dorada compensa la caída del turismo ruso con más reservas nacionales

La crisis griega y los atentados de Túnez podrían beneficiar a las playas catalanas. La ola de calor impulsa las reservas en Benasque, donde se espera el lleno.

El calor aprieta, las vacaciones (por fin) llegan y el sector del turismo coge aire en estos meses. Aragón, que tiene unas excepcionales posibilidades también en invierno (sobre todo, por la nieve) ha sabido diversificar su oferta a través de cauces como las alternativas rurales. Pero cuando se trata de la opción por excepción, la de la playa, nada como tomar el pulso a las ya conocidas como las ‘playas de los aragoneses’ y, sobre todo, las de Salou, La Pineda y Cambrils.


Si el calor es uno de los mejores revulsivos para hacer crecer las reservas a pie de playa, será una buena noticia que la canícula no dé tregua, sobre todo vistas las desilusionantes cifras del arranque de temporada en la Costa Dorada. Los augurios de los hosteleros de esta zona se han cumplido y, aunque hay más contrataciones de turistas nacionales, estas no han logrado compensar las que desaparecen con el éxodo del turista ruso. A estas alturas, todos coinciden en que solo las reservas de última hora podrían ayudar a, al menos, igualar la temporada pasada.


La Asociación Hotelera Salou-Cambrils-La Pineda maneja unas previsiones para julio poco alentadoras: la ocupación del año pasado en este primer mes de verano alcanzó el 88%, pero ahora, se espera una caída de entre el 10% y el 15%. En total, sus establecimientos ofertan 45.000 plazas aproximadamente.


La causa más decisiva de este descalabro es la caída del turismo ruso (está previsto que la temporada termine con un 50% menos de visitantes de este país). No obstante, el mismo dato que supone un mazazo para el sector, ofrece ventajas para aragoneses, catalanes o navarros: si cae la demanda, la oferta tiene que adaptarse y es más fácil que los precios no suban o, al menos, sean negociables. En este sentido, fuentes oficiales de esta asociación recalcan que "el turismo doméstico, catalán y español (entre ellos, el procedente de Aragón) se están recuperando".


Los precios que se pueden encontrar en las webs de reservas oscilan entre los 400 y los 600 euros en una habitación para dos adultos y dos niños. Las fechas serían para la semana del 6 al 12 de julio en un hotel de playa o en un apartamento. La misma opción, pero trasladada a la semana del 3 al 9 de agosto, se sitúa entre los 700 y los 900 euros.


Los gerentes de hoteles y apartamentos coinciden en que los últimos acontecimientos en el panorama internacional pueden repercutir positivamente en el balance de este año. Esta es la cara B de algunas desgracias que han ocurrido en las últimas semanas, y con las que no se contaba. El posible divorcio entre Grecia y la Unión Europea y los atentados de Túnez, sumados al progresivo abandono de Egipto como destino turístico, vuelven a poner a las costas mediterráneas españolas en el mapa internacional.


Joan Grasset, presidente de la Asociación de Apartamentos Turísticos de la Costa Dorada, cree que lograrán cerrar el mes de julio con datos similares a los de 2014, porque su negocio "es mucho más estable" que el de las plazas de hotel.


El presidente de las Agencias de Viaje de Aragón, Jorge Moncada, constata que este efecto se ha notado ya en las reservas. "Sobre todo, los receptores de este trasvase de Túnez o de las costas griegas son las Islas Baleares, las Canarias, la Costa del Sol y, en menor medida, la Costa Dorada. En el momento en el que las primeras empiezan a estar saturadas, las playas catalanas consiguen una mayor porción de reservas", explica Moncada.


Este experto explica que Túnez nunca ha sido un destino preferido por los españoles, pero sí por los centroeuropeos. "Y es ahí donde los hoteleros españoles hacen su agosto, nunca mejor dicho", concreta.

Huesca, mejores datos que 2014

En la provincia de Huesca, las previsiones estivales son mejores que el pasado verano en todos los valles del Pirineo. En el del Aragón, ya hay una ocupación elevada en Canfranc gracias a los festivales Pirineos Classic y Jazzetania y los pronósticos para julio y agosto son "mejores", según Ángel Bandrés, de la asociación turística, "por la coyuntura internacional, y porque hay más movimiento de turismo interior, debido a la saturación que hay en las playas", añade.


En el vecino valle de Tena, julio ha comenzado "tranquilo", tal y como explica Lorena Sánchez, de la asociación turística, que espera movimiento a partir de esta segunda quincena por el reclamo que supone el Pirineo y por eventos como el festival Pirineos Sur. De cara a agosto ambos valles sí confían en el lleno.


En el caso de Benasque, la ola de calor ha disparado las reservas para las próximas semanas, aumentando significativamente con respecto a 2014 los visitantes que quieren disfrutar de un verano con suaves temperaturas. Aun así, la Asociación Turística y Empresarial apuesta por la prudencia. Su gerente, José Luis Hernández, reconoce que la previsión para julio es "un poco mejor" que en 2014 y recuerda que eventos como el Open Internacional de Ajedrez, los congresos del Centro de Ciencias o el Trail del Aneto contribuyen a traer a numerosos turistas. De cara a agosto, confían en llegar al 100%.


La comarca de Sobrarbe ha comenzado el verano con buenos números de ocupación. Desde mayo, la afluencia de viajeros ha ido creciendo, sobre todo en el último mes, y esperan que esa tendencia continúe en julio y agosto. La presidenta de la asociación turística, Paz Agraz, prevé mejores datos que el año pasado. "Podemos estar hablando de un 60% de ocupación en julio y en torno a un 85% en agosto", afirma.


La Sierra de Guara también tiene unas perspectivas muy optimistas. Tras un mayo excepcional por la buena climatología y los puentes festivos en Francia y un junio no tan bueno, se espera que el turismo repunte esta temporada, según el presidente de la asociación de empresarios, Paco Lacau. A los tradicionales visitantes de Francia, Bélgica y Holanda, se espera que se sumen turistas noruegos, israelíes, alemanes o ingleses, países donde se está promocionando la marca Guara–Somontano.


Mientras, la Asociación de Turismo Verde de Huesca ha observado una notable mejoría del sector en este primer semestre del año 2015 con un aumento de ventas del 14%.

Buenas sensaciones en Teruel

Los empresarios turísticos de Teruel confían en que la ocupación hotelera iguale o supere la de 2014. Esperan que el buen tiempo del inicio del verano y el repunte de la economía atraigan a más visitantes, sobre todo a la capital y a las comarcas limítrofes con Levante y Cataluña.


El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios Turísticos, Juan Ciércoles, dijo que las expectativas para el verano que ahora empieza son "positivas, pero comedidas". Ciércoles está convencido de que mejorarán los resultados del año pasado, con una media de ocupación estival que rebasará el 65%. Explicó que la proximidad a las costas levantinas y catalanas contribuye a mejorar las expectativas y señaló que la comarca más emergente es el Matarraña. También tienen buenas sensaciones otras zonas de tradición turística, como el Maestrazgo, Gúdar-Javalambre, Sierra de Albarracín y Bajo Aragón.

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