La reunión mantenida ayer por los obispos de las diócesis aragonesas con la consejera de Educación, Mayte Pérez, fue "cordial" –en palabras de la responsable política­–, pero no sirvió para que la DGA modifique su decisión de reducir en una hora semanal la enseñanza de Religión en primero de ESO. En el encuentro, solicitado por el arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez; el obispo de Huesca y Jaca, Julián Ruiz; y el de Teruel y Albarracín, Carlos Escribano, la consejera defendió esta rebaja semanal de la asignatura de Religión en 1º de secundaria (que pasa de dos horas a una) alegando que el Ejecutivo cumple "estrictamente con la legalidad" y respeta los mínimos fijados en el real decreto que desarrolla la Lomce.

Pérez explicó asimismo que el Departamento de Educación ha optado por reforzar aquellas materias que considera "preponderantes" (la hora que se quita a Religión se le dará a Inglés) y por incluir esta materia dentro de las 30 horas lectivas de los centros. Para ello, en bachiller se ofertará Educación para la Ciudadanía como alternativa a Religión.

Estos argumentos no convencieron a los obispos, que al término de la reunión mostraron su disgusto por esta "drástica reducción" del horario de Religión en secundaria y pidieron que se vuelva a la situación anterior: con la LOE, en este curso se impartían dos horas de Religión. El arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez, adelantó que con la rebaja no se podrá desarrollar con calidad el currículo aprobado y mencionó la "precaria situación laboral" en que quedan los profesores de esta materia. Sobre este aspecto, la consejera explicó que el Departamento está analizando posibles soluciones para que no salgan perjudicados.

Jiménez hizo referencia asimismo a los acuerdos suscritos entre la Iglesia y el Estado, recordó que tienen rango de ley orgánica e internacional, y aseguró que la orden del Ejecutivo autonómico vulnera estos acuerdos y los derechos fundamentales de los padres, alumnos y profesores.