El Zaragoza que viene
Ranko Popovic modela un equipo basado en la posesión, el toque y la intensidad en la recuperación. Ayer fue la jornada más severa de entrenamiento.
Hay físico, pero está bien camuflado en las tareas con balón. Hasta ayer no hubo una sesión verdaderamente dura y severa. Durante la mañana, Roberto Cabellud, el preparador físico, sometió a los jugadores (divididos en cinco grupos) a un trabajo de resistencia que solo la moderada temperatura impidió que se convirtiera en un baño de lamentos. Siete kilómetros de carrera a intervalos con breves recuperaciones en los que destacó el fondo físico de Lolo. "Desde fuera puede parecer una carnicería, pero es un trabajo individual. Cada uno da lo que puede. Nos ha servido para seguir la línea de progresión fijada", indica Cabellud.
El preparador físico, arquitecto de la pretemporada, fija cuatro objetivos para esta fase del curso: "Físico, técnico-táctico, social hacer un buen grupo humano que nos permita luchar por objetivos y psicológico que el grupo sea compacto y fuerte".
Desde el punto de vista técnico y táctico, aspectos gobernados por Popovic, la pretemporada tiene un enfoque muy claro: potenciar un modelo de juego basado en la posesión, el toque, la verticalidad arriba y un ritmo alto de actividad. Los rondos son un elemento principal en las sesiones. No faltan nunca. Tampoco las posesiones o juegos similares, siempre con maniquís que simulan a un adversario, para que el jugador tenga referencias posicionales del rival. Popovic está insistiendo en que estas tareas sean complejas, para que el futbolista, especialmente los recién llegados, esté obligado a pensar y ejecutar a mucha velocidad.
Conceptos como "el jugador libre", "el tercer hombre", "recibir de cara", "las progresiones"... vertebran los ejercicios con balón, muy abundantes en los entrenamientos realizados hasta el momento, una cuestión que está siendo muy bien recibida por la plantilla. "La gente está con muchas ganas. Nadie ha llegado con un estado de forma alarmante", subraya Cabellud. "Condiciona que el año pasado no se hiciera pretemporada, pero en el fútbol de hoy, por suerte o por desgracia, es muy difícil trabajar con el grueso de la plantilla desde el inicio. No obstante, estoy muy contento de entrenar con tantos jugadores (25)".