Van Avermaet se impone a Sagan y al calor camino de los Alpes
El belga sumó la tercera victoria del BMC de la ronda y Froome mantiene el liderato antes del Macizo Central.
Del paso de los Pirineos, con tormenta de agua y granizo, a las puertas del Macizo Central, donde se citaban de nuevo los velocistas. El aliciente estaba al final, en un repecho de 570 metros al 9,6. Hasta poco antes de ese punto llegaron tres escapados, de los seis que salieron disparados de salida. El holandés Kelderman, el francés Gautier y el belga De Gendt fueron arrasados por el pelotón en la orilla después de haber nadado toda la etapa en busca de una gloria que en el Tour sale muy cara. Apenas se les echó encima la marabunta, saltó como un obús Greg Van Avermaet. Un ataque habitual en el corredor de Lokeren, curtido en clásicas y en finales de este pelaje. Arrancó de lejos y aguantó el acoso de Sagan, quien dio la impresión de poder rebasar a su rival in extremis, pero se quedo clavado antes del golpe de riñón definitivo. Otro belga, Jan Bekelants (Ag2r), entró tercero a 3 segundos, dando tiempo al pelotón principal donde viajaban todos los favoritos, que salvaron una jornada de transición en las mismas marcas, es decir, Froome en comandante en jefe, con Van Garderen a 2.52 minutos, Quintana a 3.09, Valverde a 3.58 y Contador a 4.04.
Avermaet firmó la tercera victoria para el BMC, que subió al podio en Utrecht con Roahn Dennis y con el equipo al completo en la cronometrada de Plumelec. Y la primera para el protagonista en Rodez, un duro del asfalto, con la París-Tours en su palmarés y puestos de honor en la Roubaix y Tour de Flandes. En la Vuelta Avi ya se dio a conocer en 2008 ganando en Sabiñánigo. "Ha sido muy duro porque ataqué de muy lejos. No es fácil ganar a Sagan, le sentía en mi rueda. Es algo increíble, cuando era niño veía el Tour y verme ahora en el podium es un sueño", dijo emocionado. Un sueño que llega de casualidad. Cosas de la vida. Estuvo a punto de abandonar el Tour porque está a punto de ser padre, pero el nacimiento de su vástago se retrasa al día antes de llegar a París.
Una jornada de las que "pasan factura", aseguraba Alberto Contador, con la vista puesta en la cita de este sábado en Mende, donde Purito ganó en 2010 su primera etapa en el Tour. "Y habrá diferencias", añadió.
Mientras, Nairo Quintana y Alejandro Valverde siguen afilando las armas del Movistar por si encuentran por donde hincarle el diente al líder. Y es que camino de los Alpes, y con el Macizo Central todavía por medio, el Tour necesita un poco de oxigeno, un estímulo para que Chris Froome no se pasee hasta los Campos Elíseos.
La decimocuarta etapa transcurre hoy entre las localidades de Rodez y Mende, con un recorrido de 178,5 kilómetros que se complica un kilómetro antes del final con la Cota de Sauveterre (de segunda categoría) y la meta después de 3 kilómetros al 10 por ciento de pendiente media. Los favoritos de nuevo entran enescena.