Gimeno ordena bloquear el gasto de 140 millones para cumplir con el plan de ajuste
Además de recortar el gasto por exigencia ministerial, el consejero de Hacienda deberá modificar el presupuesto para poder pagar las nóminas de Educación y Sanidad.
Para poner en marcha este proceso de bloqueo, Fernando Gimeno ha recuperado la Unidad de Control del Gasto que ya puso en marcha su predecesor en el cargo, el popular Javier Campoy, para poner límites a sus compañeros de gabinete. Con este objetivo, se ha puesto a trabajar la directora general de Presupuestos en funciones, Blanca Solans. "Ya está trabajando en ello", llegó a reconocer ayer a los grupos parlamentarios en la reunión que mantuvo para explicar la posición que defendió en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, celebrado el pasado miércoles.
El consejero de Hacienda también manifestó a los portavoces económicos de las Cortes que deberá hacer modificaciones presupuestarias después del verano para afrontar el pago de las nóminas de los funcionarios de Sanidad, ya que el Gobierno PP-PAR infradotó la dotación del capítulo uno, dedicado al personal.
Fuentes del Ejecutivo autonómico señalaron que el problema se extiende igualmente al departamento de Educación, donde tampoco hay dinero suficiente para pagar a su plantilla. Con el dinero presupuestado, solo llegaría para pagar los sueldos hasta el próximo mes de octubre. De hecho, se necesitan otros 50 millones de euros para acabar el ejercicio, por lo que habrá que hacer la consiguiente modificación con el fin de atender las ineludibles obligaciones económicas con el profesorado.
Las citadas fuentes del Gobierno PSOE-CHA cuestionaron la infradotación presupuestaria, aunque incidieron en que tampoco supone una verdadera sorpresa porque no era el primer ejercicio en el que el PP-PAR había recurrido a esta "argucia". De hecho, el informe de la Cámara de Cuentas sobre la gestión del Gobierno de Rudi en 2013 puso en evidencia que 75,4 millones del Plan Impulso se destinaron a pagar nóminas.
La necesidad de cumplir con el objetivo de déficit, algo que el propio consejero de Hacienda considera una reto "imposible", llevó a Gimeno a plantear al ministro Montoro en el Consejo de Política Fiscal y Financiera una inyección de 100 millones en concepto de los anticipos a cuenta de la participación de los ingresos del Estado y de la liquidación de fondos, como los de competitividad y cooperación de 2013. Gimeno reconoció ayer a todos los partidos que ha exigido al Estado "un mayor esfuerzo" fiscal en lugar de continuar "asfixiando" a las comunidades autónomas.
El titular de Hacienda enfatizó que su "preocupación" se centra ahora en cómo cerrar el ejercicio. "Queremos cumplir los objetivos de estabilidad presupuestaria, es nuestra intención, pero la situación de la Comunidad hace muy difícil la consecución de ese objetivo este año", dijo, mientras varios compañeros de gabinete reconocen la imposibilidad de recortar gasto, cubrir la infradotación en personal y detraer recursos para cumplir con los compromisos sociales de sus socios.
Gimeno criticó que el crecimiento de la economía, fijado en un 3,3%, "beneficie al Gobierno y no a los ciudadanos que han sufrido los mayores recortes en servicios fundamentales". Tras reunirse en las Cortes con todos los partidos, el consejero recibió en su despacho al presidente de la autoridad fiscal independiente, José Luis Escrivá, con quien trató de la posibilidad de preparar planes de ajuste plurianuales para cumplir.