El Gran Maestro Daniel Forcén

El zaragozano logró el pasado sábado en el Open de Benasque la máxima titulación existente en el ajedrez mundial, convirtiéndose en el primer GM de la cantera aragonesa.

Daniel Forcén, de 21 años, ha llegado a la distinción más alta del ajedrez.
Daniel Forcén, de 21 años, ha llegado a la distinción más alta del ajedrez.
francisco jiménez

Daniel Forcén no borra de su rostro, con aire de adolescente, una tremenda sonrisa de satisfacción tras escribir una brillante página en la historia del ajedrez aragonés. El zaragozano, de 21 años, logró el pasado sábado el mayor título existente en el ajedrez mundial, el de Gran Maestro (GM). Una gesta "maravillosa", adjetiva su entrenador, Roberto Cifuentes. Su alumno aventajado le demostró que "con trabajo y determinación" se pueden conquistar los sueños. El de Daniel era tocar el cielo en una disciplina que ha entrado con fuerza en los colegios. El escenario de tal proeza fue el Open Internacional de Benasque, que en su 35ª edición será recordado porque "el ganador fue el ajedrez aragonés", certifica el presidente de la Federación Aragonesa de Ajedrez, José Luis Pellicer.


"Aún no me he acostumbrado. Cuando me anuncien como Gran Maestro en el siguiente torneo, entonces asumiré lo que he conseguido", resume el ajedrecista. Daniel Forcén se ha convertido en "el primer Gran Maestro de la cantera aragonesa", asegura Pellicer, con tal distinción; el GM número 36 de los jugadores españoles en activo, y el segundo más joven de España –tras el madrileño David Antón (20 años)–.


El fútbol y el baloncesto animaron a Daniel a practicar deporte, pero en el colegio La Salle Montemolín, donde inició sus primeros estudios, se practicaba como actividad extraescolar el ajedrez. Y Daniel se acercó al tablero con determinación. Tanta que, después de tres meses familiarizándose con las piezas, levantó el trofeo de ganador del torneo que promovía el centro escolar. Tenía 7 años.


Su primer premio gordo fue la plata en el Campeonato de España sub 12. Y a partir de ahí empezó a embellecer un palmarés en el que figuran, entre otros, un oro nacional juvenil y el bronce en el Europeo de esta categoría. Una progresión que le ha consolidado como el número uno aragonés.


Para acceder al máximo título de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, del acrónimo de su nombre en francés), los aspirantes deben cumplir dos requisitos: tres grandes actuaciones contra jugadores con titulación de GM (normas), y tener un ranquin FIDE no inferior a 2.500 puntos en el momento de hacer la tercera norma. "La primera la conseguí en el Open Internacional del Stadium Casablanca (el 30 de diciembre de 2010) y la segunda en marzo de 2013, en un torneo cerrado en Palma de Mallorca (Winterchess Mallorca Masters). La tercera tenía que llegar sí o sí, pero no he podido competir tanto como quería. Los estudios también tienen un papel importante en mi vida", señala el flamante GM, que afrontará el cuarto curso de Ingeniería Informática en la Universidad de Zaragoza.


El ajedrez es una carrera de fondo. El joven ajedrecista lo sabe. Aunque también explota otros valores que le han llevado a encumbrarse. ¿Qué tiene Daniel de especial? "Un enorme talento intelectual", sentencia Roberto Cifuentes. Cualidad que también supieron ver las personas que han moldeado a un jugador "con muy buenos reflejos, que es capaz de calcular todo rápidamente". Desde su primer entrenador Pedro Llanes, a los hermanos Barón –Jorge y Jesús–, pasando por Ibercaja –el club en el que creció–, el Jaime Casas de Monzón –su hogar desde las últimas dos temporadas– y su actual mentor. "Esfuerzo, talento y constancia en los entrenamientos. Desde que empezamos a trabajar a finales de 2014 ha sido así. Estos últimos meses se ha tratado no tanto las cuestiones técnicas sino la ansiedad de llegar a esa tercera norma. Daniel tenía que jugar como si fuera un Gran Maestro, ya que este título iba a llegar por su propio peso", explica Cifuentes.


Daniel tiene un carácter muy tranquilo, condición de muchos quilates para una especialidad que exige máxima concentración. "Las claves son un entrenamiento diario; revisar los errores; tener la cabeza centrada, fría, y no dejarse guiar por las emociones", enumera. El atracón de felicidad que se dio el penúltimo día de competición en Benasque lo digiere con serenidad, saboreando cada una de las imágenes que guardarán su familia y él para el recuerdo. El momento álgido llegó en la novena ronda, en la mesa once. "Tenía que ganar una partida a un GM y fue contra Vlastimil Jansa. El duelo fue igualado, emocionante, pero le derroté. Había conquistado, por fin, la última norma. ¡Qué alegría! La gente enseguida me empezó a felicitar. Mi reacción fue de desahogo porque llevaba mucho tiempo buscándola, casi dos años y medio...", recuerda.


El Gran Maestro Daniel Forcén disfruta de las vacaciones sin dejar el ordenador. "Nosotros somos la generación internet, no nos apartamos de las máquinas. Es un aprendizaje más concreto, más conceptual, menos humano. No sé si es bueno o malo, es diferente", afirma el zaragozano, que ya ha fijado su próximo objetivo. "Quiero estar con la selección española en las siguientes Olimpiadas de ajedrez". La cita en es Bakú (Azerbaiyán) el próximo año. "Ha terminado en Benasque con 2.539 puntos ELO y para ser seleccionado necesita 2.580. Hay tiempo suficiente para que siga creciendo. Daniel es un desafío, un modelo para los jóvenes de Aragón", concluye Cifuentes.

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