El día después de la Lomce en los institutos

?El periodo de matrícula empezó ayer con normalidad en los centros de ESO. Las familias respiran aliviadas, pero se sienten rehenes de la falta de consenso educativo.

Pilar García y su hijo Eduardo se acercaron ayer al IESParque Goya a echar la matrícula.
Pilar García y su hijo Eduardo se acercaron ayer al IESParque Goya a echar la matrícula.
francisco jiménez

La paralización de la Lomce en institutos empezó a gestarse mucho antes de que el Consejo de Gobierno resolviese los frenos administrativos. Para entonces, el número dos de la consejería de Educación, Felipe Faci, ya se había reunido con los directores de los centros, trazando un plan con el que aplazar un curso (como mínimo) la adaptación de los centros de Secundaria a la ley Wert. Para el PSOE, era un compromiso electoral; para los directores, una urgencia: todos se sentían incapaces de implantarla en solo un mes con los cambios metodológicos y de plantilla que acarreaba.


De ahí salieron unas instrucciones que, desde el pasado viernes, han dado aire a los centros de Secundaria y Bachillerato. Ayer arrancaron de forma oficial las matriculaciones de su alumnado y, tras la tempestad, ha llegado la calma. El curso empieza con la Lomce, porque hay que cumplir la legalidad, pero el currículo que se aplicará seguirá las pautas de la LOE, que ha estado vigente hasta ahora.


Las familias se acercaron ayer a los centros con normalidad. Desde hace semanas, era un secreto a voces que pocas cosas iban a cambiar. Al final del curso, todos los institutos celebraron reuniones y explicaron a las familias la situación. Algunos de ellos, hicieron planes individualizados para los chavales, sobre todo los que empiezan Bachillerato, donde los cambios son más grandes. Mientras, otros claustros decidieron esperar al último momento (ayer) para ver con qué modelo funcionaban o han estado ofreciendo el papel de matrícula de la Lomce y un cuestionario LOE, que será el que finalmente apliquen.


Hoy, de la Lomce y de sus asignaturas queda poco más que el nombre: los contenidos y los itinerarios son muy parecidos a los que ya se hacía hasta ahora. Al menos en la ESO (por ejemplo desaparece Cultura Emprendedora a favor de los talleres de apoyo enLengua y Matemáticas). En 1º de Bachillerato, hay algún cambio más, pero la base no ha cambiado.

Un "despropósito"

"Todo esto está siendo un despropósito", comentó Begoña Gascón, que tiene dos hijos en el instituto Parque Goya, de 14 y de 16 años. "El centro nos lo ha puesto muy fácil, pero realmente tenemos la sensación de que se está jugando con la educación de los niños", apuntó.


También Pilar García acudió a matricular a su hijo, Eduardo Díez de Pino. Ella coincidió en que las cosas no han estado claras hasta última hora, aunque siempre tuvo confianza en que de una forma u otra, los chavales estarían cubiertos.


Antonio Martínez, director del instituto, reconoce que han respirado con las últimas decisiones. "Nuestra oposición frontal no era a la ley, era a que en un mes hubiera que aplicar unos estándares de evaluación y aprendizaje que ni siquiera daba tiempo a asimilar o comprender", explica. "No se puede evaluar con estándares que no se conocen, ni funcionar con ratios cada vez más altas", asegura.


Los cambios que han quedado anulados habían puesto en pie de guerra a la comunidad educativa. En ESO, la Lomce desdoblaba las matemáticas en dos y suspendía los talleres de refuerzo en esta disciplina y en lengua. Desaparecía Educación para la Ciudadanía. En Bachillerato, la Religión puntuaba como cualquier otra materia (ahora, además, se le ha reducido una hora en favor de inglés) y la Filosofía perdía peso en el currículo. Además, los centros podían ampliar una hora de clase.

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