ZEC, un mes de aterrizaje

Más pendiente de los gestos que de la gestión, Zaragoza en Común cumple un mes en el gobierno local. La oposición pide medidas para revertir la parálisis política.

Toda maniobra de aterrizaje, además de implicar cierto riesgo, requiere de tiempo. Y en eso está Zaragoza en Común (ZEC) desde que el pasado 13 de junio tomara tierra en el Ayuntamiento de Zaragoza para que su líder, Pedro Santisteve, se convirtiera en alcalde gracias al apoyo a PSOE y CHA. A dos días de que se cumpla su primer mes de gobierno, continúa dando vueltas en la pista de rodaje a la espera de concretar una propuesta política transformadora tal y como prometió.


ZEC se ha encontrado la pista despejada. Aunque Santisteve se ha quejado de que no le han dejado "ni cien segundos", ha tenido "un aterrizaje tranquilo", como asume su portavoz, Pablo Muñoz. La oposición ha sido escrupulosa con la tradición de dejar cien días al nuevo gobierno, obligando a ZEC a articular su discurso en torno a su propia gestión en lugar de refugiarse en el victimismo. Nada que ver con lo ocurrido en Barcelona y Madrid, donde la oposición ya ha forzado dos plenos extraordinarios.


Pero este contexto, que aviva la sensación de punto muerto, no matiza la preocupación de la oposición, y muy especialmente de los partidos que apoyaron a Santisteve en la investidura. "El tiempo que están perdiendo es precioso", comenta el socialista Carlos Pérez Anadón. Para Carmelo Asensio, de CHA, este mes "ha habido mucho gesto y poca política de verdad" y exige avances concretos con las ordenanzas fiscales y el programa de emergencia social.


ZEC llegó al gobierno con un mensaje poderoso: atender una situación de emergencia social. Pero tras enarbolar esa bandera muchos esperaban medidas enérgicas desde el primer día. Y eso no ha ocurrido. Santisteve ha aprovechado el mes para presentarse en sociedad (algo normal), tejer algunas alianzas políticas externas (sobre todo con los Ayuntamientos de Madrid y Barcelona) sin excesivo contenido de momento, organizar una mesa antidesahucios que aún no ha probado su eficacia y a buscar señuelos simbólicos para capitalizar el debate. Ha dado prioridad a la forma sobre el fondo.


En este contexto, ZEC ha colocado banderas en la fachada del Ayuntamiento para reivindicar sus posiciones políticas o ha suprimido los palcos reservados a concejales en el Teatro Principal­. Sin pactarlo con nadie. Se ha encargado una auditoría (vieja táctica de los partidos tradicionales para articular el discurso de la herencia recibida) y se ha paralizado el proceso de exposición pública de la cesión de la Romareda al Real Zaragoza. El gobierno ha estado enredado en los nombramientos, en tratar de gestionar sus propias contradicciones, en no verse arrastrado por el resto de grupos a la hora de acordar la estructura municipal y en arrancar el gesto de la reducción salarial del alcalde.


El portavoz de ZEC, Pablo Muñoz, recuerda que "la capacidad de adoptar acuerdos está mediatizada por la minoría, ya nos gustaría tener más fuerza". Recuerda que esta plataforma electoral, en la que está presentes IU y Podemos, "tiene un método" y que lo primero "es conocer". Destaca la auditoría y el proceso de participación abierto entre los funcionarios. "Hemos tomado decisiones importantes", insiste. Pese a que él lleva ocho años en cargos municipales de IU, dice que en ZEC existe un "desconocimiento" de la vida política e institucional que les puede "llevar a cometer errores". "Lo reconocemos y pensamos que eso nos convierte en un gobierno humano", sostiene.


El resto de grupos subraya "la debilidad" de ZEC, como dice el portavoz del PP, Eloy Suárez. "Han hecho política de gestos y se han quedado en eso", lamenta el dirigente popular, que cree que "la ciudad tiene un grave problema". "No avanzan ni en una dirección ni en otra, no hablan con nadie", dice. Para Carlos Pérez Anadón, en ZEC "hay mucho desconcierto desde el punto de vista administrativo y político". "Por ahora hemos visto muchos gestos y poca gestión de verdad. No hemos visto ninguna medida real para resolver los problemas de los ciudadanos", señala Sara Fernández, de Ciudadanos.


Uno de los aspectos de los que más se queja la oposición es la falta de consenso en las primeras acciones de ZEC, que han recibido críticas por su "partidismo"y su "arrogancia". Y llama la atención no solo por la negativa de los ‘comunes’ a alcanzar un acuerdo de estabilidad con PSOE y CHA, llamados a ser sus socios naturales, sino por la inexistencia de cauces de diálogo normalizados. Pérez Anadón y Asensio indican que "no existe el más mínimo canal de comunicación". "No da la sensación de que busquen una vía de diálogo con PSOEyCHA", añade Asensio. Sara Fernandez lamenta "la falta de participación en la toma de decisiones", teniendo en cuenta que ZEC tiene solo nueve ediles, a siete de la mayoría. Pablo Muñoz replica que la oposición "se tiene que acostumbrar a otras formas de hacer" y recuerda: "Fluidez sí, dependencia no".


Tras el pleno que concretó la estructura municipal, el gobierno de ZEC está obligado a revertir la parálisis en la que está atascada la gestión municipal. Mientras llegan las medidas concretas y corre la cuenta atrás de los 100 días, a Santisteve le toca decidirse a despegar.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión