El obispo de Huesca reclama al de Lérida los bienes y reprocha su "escandalosa dilación"

Julián Ruiz le recuerda a Piris su "obligación" de entregar "de inmediato" las piezas retenidas.

Julián Ruiz, obispo de Huesca.
Julián Ruiz, obispo de Huesca.
José miguel marco

Firme y contundente. El obispo de Huesca, Julián Ruiz, ya ha enviado a su homólogo de Lérida, Joan Piris, el requerimiento formal para que devuelva de forma "inmediata" los bienes sacros de la diócesis oscense que permanecen retenidos en la ciudad del Segre, al igual que las obras que reclama desde hace veinte años el obispado de Barbastro-Monzón. Para Ruiz, se trata de una "inexplicable y escandalosa dilación" en la solución del conflicto que Roma dio por zanjado en 2007.


Así se lo hace saber el prelado de Huesca en la carta que, según informó ayer la diócesis, remitió a Piris con fecha del pasado 30 de junio. Además, no pierde la oportunidad de recordarle su "obligación" de entregar esas piezas a sus dueños, tal y como ha ordenado el Vaticano en repetidas ocasiones y una vez que los tribunales civiles también han avalado tanto la propiedad como la legitimidad de Aragón para catalogar ese patrimonio que se encuentra a título de depósito en Lérida desde hace más de un siglo. Las parroquias de las que proceden esos bienes estaban entonces adscritas a la diócesis catalana.


"Me siento en la obligación de volver a reclamarte la entrega inmediata de dichos bienes", afirma Julián Ruiz. E insiste en que Piris tiene la "obligación" de "devolver esos bienes a sus legítimos propietarios, sin que el hecho de que el depositario los haya dejado en otras instituciones, como el Museo de Lérida Diocesano y Comarcal, pueda impedirlo ni pueda ser impedimento para que el depositante levante el depósito cuando lo considere oportuno".


De esta forma, trata de anticiparse a las excusas que siempre ha utilizado la diócesis ilerdense para evitar la entrega. Alegaba que al estar en el centro museístico, gestionado por un consorcio del que forma parte junto a la Generalitat, el Ayuntamiento, la Comarca y la Diputación, no podía sacarlos sin el consentimiento de las instituciones civiles.


Tampoco tiene sentido ya que Cataluña se aferre a la catalogación de las obras dentro de una colección inseparable formada por todos los fondos del Museo de Lérida. El Supremo falló recientemente a favor de la catalogación aragonesa de las obras, lo que deja sin argumentos a la Comunidad vecina. Precisamente a raíz de conocerse las sentencias del Alto Tribunal, los obispos de Huesca y Barbastro han reactivado su ofensiva para lograr por fin el retorno ansiado por muchos.


A este respecto, Julián Ruiz se hace eco en su carta del "clamor de los fieles de las parroquias de esta diócesis, de las autoridades civiles y del pueblo aragonés" ante la desobediencia de Lérida. Pero no es la primera vez que los obispos aragoneses se dirigen a Lérida para tratar de resolver el largo litigio dentro del ámbito eclesiástico, que ha quedado en un segundo plano en los últimos años frente al protagonismo que han cobrado los tribunales y las disputas políticas entre Aragón y Cataluña. La diferencia está en el tono, que deja claro el hartazgo por que esta situación perdure tanto en el tiempo.

"Suscribo todo", dice Pueyo

Ruiz y su homólogo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo, informaron de su intención de volver a escribirle a Piris en la reunión que mantuvieron el 16 de junio con la ya exconsejera de Cultura, Dolores Serrat, y varios de los alcaldes implicados. Aunque la idea era enviar sendas misivas a la vez, Pérez Pueyo ha optado por esperar a ponerlo en conocimiento de la Santa Sede, donde se encuentra estos días.


En ausencia del secretario de Estado, Pietro Parolin –de viaje con el Papa–, fue recibido el jueves por el arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados, al que entregó tanto un resumen de lo tratado en la reunión con Serrat y los alcaldes como el borrador de la carta que remitirá a Joan Piris, para "actuar con transparencia e informar de todos los pasos que damos", dijo. Y a la espera de hacer su requerimiento a Lérida, ayer suscribió "todo lo que haya puesto en su carta" Ruiz.


Recordó que, según la documentación que consta en su obispado, Barbastro ha pedido formalmente "por lo menos cinco veces" a la diócesis catalana "que saquen ya del consorcio del Museo de Lérida lo que no es de ellos". Y añadió que también pidió a Serrat "que el Gobierno de Aragón reclame al central que se ejecuten las sentencias del Vaticano, tal y como establece el Concordato entre España y la Santa Sede".

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