El recorrido hacia el ascenso será arduo y sinuoso, de una exigencia máxima. Sin embargo, Stefan Wilk, el sexto refuerzo del Real Zaragoza, ya ha solventado esa andadura de manera exitosa. Lo hizo hace dos temporadas con el Deportivo de la Coruña, en su primera experiencia en el fútbol español, y ahora confía en repetir el mismo trayecto con los aragoneses. "Regresar a Primera División es nuestro único objetivo", anunció ayer el centrocampista polaco, en el estadio municipal de La Romareda, durante su presentación oficial como nuevo jugador zaragocista.

Wilk, que ha firmado por las dos próximas temporadas, se incorpora a la plantilla aragonesa con la carta de libertad, tras haber finalizado su contrato con el Deportivo el pasado 30 de junio. "Ya conseguí ascender con mi anterior equipo –recordó el centrocampista–. Todos los jugadores quieren jugar en Primera División, porque siempre quieres competir contra los mejores jugadores y contra los mejores equipos. Por ello, intentaré dar el máximo en el terreno de juego para lograr el objetivo".

En su primer año en el Deportivo, la aportación de Wilk resultó decisiva para el regreso de los gallegos a la máxima competición. El futbolista polaco, incansable en el pulso pulmonar, aporta equilibrio, consistencia, inteligencia táctica y despliegue físico al centro del campo. "Soy un mediocentro defensivo. Creo que puedo sumar mucho en defensa, cuando el equipo no tiene el balón. Yo lucho al máximo en cada partido y siempre trato de ayudar al grupo, de jugar en beneficio del colectivo", sostuvo Wilk, quien, sin embargo, redujo drásticamente su rendimiento en la última campaña: apenas 11 partidos, seis de ellos como titular, desde el pasado mes de septiembre.

"En mi etapa en el Deportivo, tuve muy mala suerte con las lesiones", recordó ayer el jugador, quien jugó su última encuentro en marzo, cuando una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho le obligó a pasar por el quirófano. "A nadie le gusta quedarse sin jugar, pero son cosas de fútbol y no hay más remedio que aceptarlas. Pero todo eso forma parte del pasado y yo prefiero mirar siempre hacia adelante, hablar del futuro y pensar únicamente en la próxima temporada, en mi nueva etapa en el Real Zaragoza", señaló el centrocampista polaco, que ha sido internacional absoluto con la selección de su país. Su debut se produjo en diciembre de 2010, en un encuentro ante Bosnia Herzegovina.

Wilk también confesó las razones que le impulsaron a firmar con el Real Zaragoza. "Estoy muy contento de estar aquí, de poder seguir mi carrera deportiva en el fútbol español. Elegí este club porque es un grande, un equipo histórico que estará peleando todo el año por el ascenso a la Primera División. Es un proyecto serio y muy profesional", argumentó el futbolista, quien también tuvo palabras para los seguidores del conjunto aragonés: "Vi las dos eliminatorias del ‘play off’, ante el Girona y Las Palmas, y la afición del Real Zaragoza es espectacular. Fue una lástima no haber ascendido, y más de la forma en que se produjo: con un gol en los últimos minutos del último partido", recordó Wilk.

Por su persistencia y esfuerzo, el polaco fue, en las dos últimas temporadas, uno de los jugadores más aclamados por la hinchada del Deportivo. "Estoy muy agradecido por ello, porque los futbolistas siempre jugamos para los aficionados, que son lo más importante de cualquier club. Obviamente, mi deseo es ganarme ahora el cariño de la afición aragonesa. Pondré todo de mi parte para conseguirlo", afirmó el centrocampista, convencido de lograr su propósito.