Solo uno de los 8 silos a la venta encuentra comprador en la primera subasta
El FEGA ofreció antes los almacenes de cereal a las administraciones pero ninguna mostró interés por quedárselo.
El almacén, de 9.000 metros cuadrados, ha recibido una oferta, la única de toda la subasta, en la que, además de los inmuebles aragoneses, había otros 19 silos ubicados en diferentes poblaciones de Castilla y León, Extremadura y Madrid. En total, 27 infraestructuras, que llevan varios años en desuso y que han acabado siendo subastadas después de que ninguna administración pública, entre ellas, ayuntamientos o diputaciones provinciales mostrasen interés en su adquisición directa. Tras esta primera puja, tendrán lugar otras tres con precios cada vez más reducidos sobre la tasación inicial.
En Aragón, quedará pendiente la adquisición de dos silos en la provincia de Huesca y cinco, en Zaragoza. Del conjunto, el más caro, que destaca sobre el resto, está ubicado en Cariñena y en este caso su tasación es de 1,9 millones de euros. En total, cuenta con una superficie de 14.775 metros cuadrados y tiene una capacidad de almacenamiento vertical de cereal de 15.000 toneladas. Además de ello, cuenta con báscula, oficinas y laboratorio, nave-taller y transformador.
A este último, se unen los inmuebles de Belchite, que está tasado en alrededor de 320.600 euros; Daroca (259.000); Épila (424.000) y Zaragoza (493.000). Dentro de la provincia oscense, hay dos almacenes que, al igual que el resto, han quedado desiertos en la primera subasta y que están ubicados en las localidades de Grañén y Plasencia del Monte. De ellos, el primero tiene un coste y tamaño mayor. En concreto, está tasado en 445.000 euros y en total cuenta con una superficie de 7.203 metros cuadrados. En el caso del Plasencia del Monte (La Sotonera) el coste es de alrededor de 372.000 euros.
Para el alcalde de Grañén, Carlos Sampériz, la adjudicación de este tipo de infraestructuras resultará "complicada, ya que requieren de una importante inversión y conllevan elevados costes de mantenimiento". Ahora bien, el primer edil destaca la envergadura de las construcciones y en relación a ello, cree que la mejor opción "sería la entrada de una empresa fuerte vinculada con el sector agrario, que tuviese capacidad para realizar algunas mejoras y sacar partido a la plataforma de carga situada junto a la vía del ferrocarril".
A priori, Sampériz cree complicado el cambio de uso del silo, lo que ha ocurrido en otros lugares, en los que han llegado a convertirse en sedes de gobiernos locales, rocódromos, miradores, hoteles, viviendas o residencias de estudiantes, según indicó el coordinador del Proyecto Silos, Alejandro Bocanegra. En fase de constitución como asociación sin ánimo de lucro, este colectivo agrupa a estudiantes de arquitectura de España, Portugal e Italia que abogan por poner en valor este tipo de construcciones y rehabilitarlas.
En las dos últimas décadas, las reformas de la PAC provocaron una modificación de los sistemas de intervención pública de los mercados de cereales, lo que supuso una paulatina caída en desuso de estos silos, que tuvieron su principal actividad como almacenes de grano entre 1950 y 1990. De continuar desiertas las cuatro pujas previstas, podrán ser adquiridos por el precio de la última subasta declarada desierta mediante la adjudicación directa. El plazo para realizar este tipo de venta será de un año o hasta la llegada de una nueva subasta.
