La pirotecnia aragonesa brilla en el cielo de Pamplona

Una empresa oscense y otra de Zaragoza, autoras de los fuegos artificiales de las dos primeras noches de las fiestas.

Empleados de Pirotecnia Oscense colocan las carcasas ayer por la tarde.
Empleados de Pirotecnia Oscense colocan las carcasas ayer por la tarde.
Heraldo

Los fuegos artificiales de las Fiestas de San Fermín en Pamplona se han estrenado este año con dos colecciones preparadas por empresas aragonesas, que junto a otras siete participan en el XVI Concurso Internacional. La Pirotecnia Zaragozana, ganadora de la duodécima edición en 2011 abrió el certamen el lunes y anoche fue el turno de la Pirotecnia Oscense, que ya estuvo en la capital navarra en 2004.


La firma de Huesca fue elegida para colorear el cielo de Pamplona la noche del 7, día grande de los sanfermines, a partir de las 23.00. El castillo de fuegos artificiales preparado para la ocasión contó con 38 secciones, es decir, otros tantos encendidos y efectos diferentes. Javier Martínez, director gerente de la pirotecnia, explicó que la colección de anoche era "aproximadamente diez veces la que se hace en las Fiestas de San Lorenzo en Huesca". El peso fue de 506 kilos de masa reglamentada y el presupuesto de 21.000 euros.


El espectáculo se desarrolló durante 15 minutos en los cuales hubo efectos de colores, camuros (paraguas), palmeras de tronco, farfallas... Miles de ojos contemplaron los dibujos y los torbellinos que alcanzaron entre 60 y 200 metros de altura sobre la Ciudadela y la Vuelta del Castillo. La apoteosis duró apenas un minuto porque las carcasas se dispararon con tres, dos y un segundo y medio de diferencia.


El fuerte calor impidió lanzar unos globos que, simulando faroles, permanecen encendidos en el aire alrededor de un minuto. Se eliminaron del castillo de artificio para evitar que alguno de ellos cayera estando todavía prendido y ocasionara algún incendio en el espacio verde. La colección de fuegos se preparó en Huesca durante 24 días y ocho personas emplearon ayer varias horas para colocarla.


El momento más esperado de las fiestas, el chupinazo del pasado día 6 que dio comienzo a los sanfermines, corrió a cargo de la Pirotecnia Zaragozana por tercer año consecutivo. "Preparamos los cohetes con antelación para que todo estuviera a punto y saliera bien. Y así fue, no hubo ningún incidente", explicó Miguel Pérez, director de la empresa.


La compañía pirotécnica también fue la encargada de iluminar el cielo pamplonica en la noche del 6 de julio. "Ofrecimos un espectáculo con material de fabricación propia, de primerísima calidad y con mucho ritmo", dijo el director de Pirotecnia Zaragozana, quien también destacó "la sección de intermitente rosa" y "la traca final ordenada por colores".

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