Retoman la reparación de la A-23 de Teruel a Sarrión, deteriorada de forma prematura
Los trabajos de asfaltado, que acabarán a finales de agosto, obligan a cortar uno de los dos carriles en sentido Valencia.
La actuación se desarrolla en el carril izquierdo en sentido Valencia, por lo que los conductores que estos días circulan por esta zona de la A-23 se encuentran allí con pequeños tramos cortados debido a la presencia de las máquinas empleadas en los trabajos. Además, la velocidad de los vehículos en esos puntos debe reducirse a solo 80 kilómetros por hora.
Las obras suponen la continuación del proyecto de mejora iniciado a finales de 2014, cuando Fomento renovó el firme de los dos carriles en sentido Teruel entre La Puebla de Valverde y la capital turolense y el carril derecho en dirección a Valencia. Para una tercera fase quedará la reparación de la capa de rodadura de los cuatro carriles dos en cada sentido entre La Puebla de Valverde y Sarrión.
La actuación consiste en sustituir la capa de rodadura actual por otra más resistente al cloruro sódico y a las inclemencias meteorológicas. Estas últimas también habrían contribuido a que la calzada se haya estropeado antes de tiempo.
El tramo de Teruel al límite con la provincia de Castellón, del que forma parte la zona que ahora se repara, se abrió al tráfico entre octubre de 2005 y diciembre de 2006, pero ya a mitad de 2013, en menos de siete años de funcionamiento, comenzaron a aparecer grietas, baches y zonas muy desgastadas entre la capital y Sarrión. El deterioro hacía la conducción más peligrosa e incómoda. La vida útil de una calzada se sitúa en una década aproximadamente. Mejorar el firme de la A-23 entre la capital turolense y Sarrión costará en total 3,38 millones de euros.