El fichaje de Aria -su apelativo futbolístico- irrumpió en la mañana de ayer con la fuerza de una sorpresa, aunque su nombre está en los despachos del Real Zaragoza desde el pasado invierno, en concreto, desde que Ranko Popovic aterrizó. Aria Hasegawa es su futbolista fetiche. Conocido de su época en Japón, será el tercer club donde el técnico serbio lo entrene. Lo contrató para el FC Tokyo en 2012 y, después de dos años juntos, también se lo llevó consigo al Cerezo Osaka en 2014.

Popovic construyó sus equipos en Japón con Aria como clave de bóveda. Todo el juego giraba en torno a este futbolista de alta capacidad técnica, elevado rango de pase, espigado (mide 1,86 metros) y con una elegante circulación de la pelota. En Japón y en el fútbol asiático es un jugador con cierto predicamento, aunque nunca ha sido internacional absoluto: cuando estuvo convocado con Japón no llegó a debutar. En cambio, en las categorías inferiores niponas sí ejerció. Hace poco más de año y medio, la federación de Irán -país de procedencia de su padre, casado con una japonesa- trató de incorporarlo a la selección para el Mundial del Brasil, pero la apuesta no cristalizó.

Aria se enfrenta ahora a la histórica barrera cultural contra la que se han estrellado casi todos los futbolistas del Extremo Oriente, coreanos o japoneses, que han probado en España. La presencia de Popovic, su confianza y conocimiento, debería minimizar esa brecha para su adaptación. Al contrario de en otras ligas, como Alemania, Italia o Inglaterra, donde japoneses como Kagawa, Honda, Nakata. Nakamura, Uchida o Nagatomo cuajaron, algunos con notable capacidad competitiva, en España no ha sido así. De momento, el centrocampista tiene desde ayer un hueco en la historia del Real Zaragoza: es el primer japonés en abrirse espacio en su equipo principal (hace cinco años el delantero Hiroshi jugó en el filial). Aria recala en el Zaragoza para completar y potenciar su zona de creación. Es un centrocampista que destaca por su dominio de la pelota, su nivel técnico y su capacidad para la administración del juego. Luce por su pase y creatividad, y puede adaptarse al mediocentro, como volante interior o mediapunta, o incluso a la banda derecha, donde ha jugado este año algunos partidos en el Cerezo Osaka, histórico del fútbol japonés que ahora busca ascender al principal liga nacional desde la segunda categoría.

Aria se incorporará la próxima semana al RealZaragoza y arrancará la pretemporada en Boltaña como uno más. Iniciará entonces el proceso para confirmarse como un futbolista competitivo también en Europa.