Una patrulla localizó restos del sexto fallecido durante la madrugada

Un perro especializado en la búsqueda de cadáveres llegado de Madrid y una docena de agentes del GRS de Casetas peinaron la zona durante toda la mañana.

Una docena de agentes del Grupo Rural de Seguridad (GRS) de la comandancia de Casetas revisan los terrenos de la empresa.
Una docena de agentes del Grupo Rural de Seguridad (GRS) de la comandancia de Casetas revisan los terrenos de la empresa.
guardia civil

Una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil que vigilaba el perímetro de la Pirotecnia Zaragozana descubrió ayer a las 5.00 los restos del sexto fallecido, que se había dado por desaparecido en la explosión del lunes pasado a las 14.20.


El trabajador desaparecido era conocido entre sus compañeros como "el niño", se llamaba Carlos Comas Carrión, tenía 46 años y desempeñaba su trabajo en la zona de fabricación de color. Estaba casado con Silvia Leciñena Cosculluela, ingresada en el hospital Miguel Servet con pronóstico muy grave, era padre de dos chicos de 15 y 7 años, y residía en Casetas, como los otros cinco fallecidos en el accidente laboral.


Los agentes de Seguridad Ciudadana encontraron algunos de sus restos entre el perímetro de la empresa y las granjas anexas como efecto de la tremenda onda expansiva de la explosión. De los seis fallecidos, es el que ha quedado más descompuesto, lo que complicará la tarea de identificación indubitada.


El hallazgo de sus restos provocó que la Guardia Civil decidiera ayer por la mañana trasladar al lugar un perro especializado en la búsqueda de cadáveres, perteneciente a la Unidad Cinológica de El Pardo, en Madrid. Su rápida llegada sirvió para encontrar más vestigios del empleado en la zona. El forense del juzgado de guardia se trasladó a la empresa sobre las 11.00.


Allí se procedió al levantamiento del cadáver y una furgoneta de la hermandad de la Sangre de Cristo se encargó de su traslado hasta el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) al mediodía, para emprender su posterior identificación, que será la más costosa.


Asimismo, un grupo de una docena de miembros del Grupo Rural de Seguridad (GRS) del cuartel de Casetas peinaron la zona de la empresa y hasta un perímetro de casi un kilómetro durante toda la mañana para recoger restos y efectos que sirvan para elaborar el informe técnico sobre las causas de la explosión.


Mientras tanto, miembros de la Policía Judicial y los Tédax continuaron sobre el terreno de esta empresa ubicada en el camino de Bárboles, entre Garrapinillos y Pinseque, para poder determinar cuál fue la causa de la explosión, algo que fuentes de la investigación consideran que será un proceso largo y complicado, aunque se mostraron esperanzados en que finalmente se puedan esclarecer.


En este sentido, los investigadores recordaron que lo primero que se hizo fue asegurar la zona para evitar daños mayores y que todos los esfuerzos se han centrado en retirar el material que pudiera causar problemas.

Perímetro de seguridad

De hecho, los medios de comunicación estaban ayer situados más lejos que el lunes porque se quedaron al otro lado del Canal Imperial y la Guardia Civil seguía en plenas tareas de investigación en el interior de la empresa. Se amplió el perímetro de seguridad hasta unos 500 metros.


Posteriormente, se van a examinar todas las muestras recogidas y el material fotográfico realizado en los dos días para estudiarlo y tratar de concretar el motivo que desencadenó esta tragedia y que se inició en un polvorín de material terminado.


Un miembro de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Zaragoza estuvo presente tanto el primer día como ayer para hacer el seguimiento del accidente mortal y hacer un listado de los trabajadores afectados. En su informe oficial, al que ha tenido acceso HERALDO, se describe el accidente como "una fuerte explosión producida alrededor de las 14.15 en la zona de casetas de las instalaciones Pirotécnica Zaragozana sita en Garrapinillos". Ayer pudo entrar a revisar el lugar cuando la Guardia Civil comunicó que había desaparecido el riesgo.


En el informe se incluye el listado de los seis fallecidos (Juan José Lapuente García, de 58 años; Jesús Javier Vives García, de 56; Gregorio Royo Martínez, de 53; Carmen Rodríguez Mateos, de 54, y Carlos Comas Carrión, de 46) así como los seis heridos. "En el momento de redactar el informe no se ha podido acceder a la zona de explosión, por motivos de seguridad", se puede leer en el texto, redactado el lunes a 400 metros de la empresa. Mantuvo una breve conversación con el director de operaciones de la empresa, Miguel Pérez Nivela, y el encargado de preparación de espectáculos, José Antonio Llera Gordillo.

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