La capital aragonesa guarda un tesoro que ha sufrido muchos años de olvido y de incomprensión, aunque la presencia de la Expo 2008 en la capital permitió que la gente se acercara a su orilla. Desde entonces, la sociedad zaragozana ha buscado un contacto más intimo con el río Ebro. ¿Cómo? A través del deporte. "La gente tiene que sentir el Ebro desde dentro, llenarlo de contenido". Esto es lo que pensó hace tres años Juan Quílez, el inquieto presidente del Club Náutico, que dio forma a un proyecto que "ofreciera a los ciudadanos la posibilidad de conocer y probar distintas actividades deportivas que se realizan en la Comunidad a modo de exhibición".

Así nació la Feria Fluvial Araqua, que desde hoy celebra su cuarta edición, con el embarcadero Expo, Náutico, puentes de Santiago y de Hierro y Azud de Vadorrey como puntos de interés, por donde se repartirán los puestos de las firmas que participan en el evento. Hasta el domingo, la ribera de Zaragoza y el río que la baña se convierten en un refrescante escenario en el que tendrán cabida demostraciones y exhibiciones de hasta ocho disciplinas distintas: remo, piragüismo, pesca, actividades subacuáticas, triatlón, natación, motonáutica y esquí acuático.

"Ya es la cuarta edición que promovemos esta feria que quiere ser también un punto de encuentro de la cultura y la música, con el Ebro como hilo conductor", destacó ayer Quílez en la puesta de largo del evento. En su puesta en marcha encontró el respaldo del Ayuntamiento, que se mantiene fiel en la colaboración. "Nos gusta que el río esté en movimiento, que tenga vida, y que la práctica deportiva se mantenga y tenga continuidad", resaltó el concejal de Deportes del Consistorio, Pablo Híjar.

Además de programas de iniciación al piragüismo, el buceo, remo, pesca –con técnicas de lanzado de carpfishing–, paseo en falúa y motos de agua, también habrá exhibiciones de rescate acuático desde helicóptero a cargo de la Guardia Civil, esquimotaje de piragüismo, pesca guiada del siluro a lance y bicicleta acuática.

Pero el Ebro también se abre a la competición. El sábado (12.00) está programado en el Azud una travesía a nado organizada por la Federación Aragonesa de Natación, que había sido suspendida por la falta de caudal en el Ebro en el recorrido inicialmente previsto. Al día siguiente, los triatletas toman el entorno con la disputa, por fin, de una prueba de triatlón en Zaragoza, cuya primera edición reunirá a más de 150 especialistas.

Y cuando finalicen los triatletas tomarán el testigo los piragüistas, con el IV Descenso Popular ‘Amigos del Ebro’, que recorrerá nueve kilómetros desde el Camino de Juslibol hasta el puerto del Azud de Vadorrey. Junto a este evento se realizará la I Marcha Nordic Walking.