La última palabra de si se quiere que la nueva conexión eléctrica pase o no por Aragón volverá a ser de la Comunidad. Los operadores eléctricos de los dos países y el Ministerio de Industria español ya han indicado su decisión de consultar con los territorios cualquier propuesta de trazado. La anterior vez que España y Francia se plantearon una conexión, Aragón lo rechazó, por lo que se acabó haciendo a través de Cataluña. Ahora, el proceso –aunque con compensaciones diferentes– será similar en cuanto a la búsqueda del apoyo de los gobiernos y municipios afectados. Lo que no está claro es si la Comunidad verá con diferente perspectiva este proyecto que el fracasado Aragón-Cazaril.

Según prometió el presidente de Francia,François Hollande, se va a priorizar el "respeto" ambiental. Así, además de túneles para pasar la conexión en tramos concretos, también plantean hacer otras correcciones en las zonas que sean necesarias. Por su parte, Red Eléctrica Española trasladó el pasado mes de abril su deseo de iniciar contactos con el Gobierno de Aragón "cuanto antes", con el objetivo de poder iniciar las obras en 2019. En aquel momento, ya hubo un primer contacto con el Ejecutivo autonómico, pero exclusivamente protocolario, ya que se estaba a la espera de las elecciones autonómicas.

Ahora, una vez que Aragón ya tenga un nuevo presidente, es previsible que los contactos se retomen y ya se empiece a hablar con detalle del proyecto.

El previsible nuevo presidente de la Comunidad, Javier Lambán, todavía no se ha pronunciado sobre este asunto, por lo que no se sabe cuál va a ser la posición oficial de la Comunidad. Además, también será importante la posición de todos los ayuntamientos afectados. De ellos dependerá que salga adelante.