Objetivo: 25.000
El Zaragoza ultima una campaña de abonados encaminada a aumentar las cifras del año pasado por una cuestión estratégica: mejorar la masa salarial para confeccionar la plantilla.
La pasada temporada el Real Zaragoza alcanzó, finalmente, algo más de 20.000 abonados, mejorando en casi 4.000 el número del curso 12-13. El objetivo ahora es prolongar esa tendencia de crecimiento y conseguir el regreso a La Romareda, con categoría estable, de otros 5.000 abonados. Desde el club, se es consciente de que la meta es complicada, con el equipo de nuevo en Segunda División, pero se ha detectado potencial social para conseguirlo. En este sentido, se quiere aprovechar el renovado entusiasmo generado alrededor del Zaragoza en los últimos play off de ascenso, con la referencia de La Romareda llena contra Las Palmas. Una ola de zaragocismo que se entiende debe ser la base para reforzar el sustrato de abonados. En principio, los precios no sufrirán variaciones y se mantendrán algunas de las bonificaciones de los años precedentes.
Más allá de ensanchar el soporte pasional que rodee al equipo en los partidos de La Romareda, el club valora esencial el crecimiento del número de abonados, al menos, hasta una cifran en torno a los 25.000, por una cuestión estratégica en su plan de negocio de la próxima temporada: los ingresos por abonados permiten, directamente, mejorar los márgenes salariales disponibles para la confección de la plantilla. Es decir, a más abonados, más ingresos. Y a más ingresos, mayor capacidad económica para construir el nuevo proyecto deportivo. En relación a esto, en la SAD se entiende que el aficionado zaragocista va a jugar un papel vital para que el Real Zaragoza arme un equipo mejor y más competitivo.
El club aragonés aún no conoce exactamente el presupuesto del que dispondrá para que Martín González diseñe la plantilla. La LFP dará a conocer los topes salariales en los próximos días, una vez se cierre la competición (aún faltan dos ascensos) y se despeje también la duda de si la venta centralizada de los derechos de televisión se adelanta a este verano, lo que puede hacer oscilar el dinero disponible (el Zaragoza pasaría así de 4 millones a algo más de 5,5).
De momento, el club aragonés trabaja en una previsión semejante a la del año pasado, con un coste de plantilla algo inferior a los 3 millones de euros. No obstante, se negocia con la Liga ganar al menos 500.000 euros más, acercando todo lo posible ese tope a los 4 millones. Para ello, los ingresos por abonos son capitales. La asignación que hace la LFP de los ingresos de los clubes presenta varias particularidades. Por ejemplo, las aportaciones de accionistas no repercuten plenamente en una mayor capacidad salarial: en los clubes en concurso de acreedores, la LFP solo permite destinar un 25% del total invertido a ese concepto, el resto, debe priorizarse para amortizar deuda. Con los traspasos de futbolistas ocurre algo similar: en el caso del Zaragoza, Hacienda tiene derecho de prenda sobre cualquier venta (25%).
De este modo, la vía más directa para que el club aragonés pueda argumentar una mejora de su capacidad salarial frente a la LFP es una subida en los ingresos ordinarios, principalmente, el dinero procedente de la campaña de abonados.
Si la LFP aprecia un aumento de los ingresos por este concepto, el importe de esa diferencia favorable repercutirá directamente en la masa salarial, ampliándose así los márgenes en los que pueda moverse la dirección deportiva en la construcción de la plantilla. Resumiendo: un incremento cuantitativo puede tener efectos cualitativos en el Real Zaragoza de la próxima temporada.
En realidad, el grueso de plantilla no diferirá demasiado del de la pasada campaña: Vallejo y Rico ocuparán plaza de primer equipo si continúan, por lo que se mantendrá la base numérica de 20 jugadores con la que trabajó Ranko Popovic (más el tercer portero, Whalley, con ficha filial el curso pasado). De este modo, la plantilla real crecerá en únicamente dos futbolistas.