​"Los alumnos de fuera pueden sentirse muy solos durante el primer año de Universidad"

Aragón tiene diez colegios mayores, cuatro pública y seis dependientes de organizaciones religiosas.

Actividad en el colegio mayor Peñalba, Zaragoza
Actividad en el colegio mayor Peñalba, Zaragoza

Faltan solo dos semanas para conocer las notas de acceso a los distintos estudios universitarios y los futuros alumnos -y sus padres- ya están barajando las opciones de alojamiento. Muchos serán admitidos en su ciudad de origen pero para los demás, el 13 de julio comienza una carrera a contrarreloj para encontrar alojamiento en la ciudad de destino.


Las opciones son miles. Desde pisos vacíos de familiares hasta colegios mayores, pasando por alquiler de habitaciones y residencias de estudiantes. Al final, la decisión dependerá de la manga ancha de los padres... y de los presupuestos familiares.


En Aragón existen diez colegios mayores dependientes de la Universidad de Zaragoza. Cuatro de ellos públicos (dos en Zaragoza, uno en Huesca y otro en Teruel) y seis privados gestionados por instituciones religiosas (todos en Zaragoza).


Todos los colegios mayores, independientemente de su titularidad, dependen de la Universidad en el sentido académico. No son simples alojamientos, sino que organizan todo tipo de actividades culturales, de ocio y de voluntariado reconocidas por la Universidad mediante créditos de libre configuración.


"Los colegios mayores completan la formación del Plan Bolonia mediante actividades que fomentan las competencias transversales de los alumnos. Además, se involucran en la creación y el desarrollo de los hábitos de estudio. No tienen nada que ver con una residencia o un piso", explica Maribel Suárez, representante de los Colegios Mayores Universitarios de Aragón.


El acceso a los colegios mayores de titularidad pública depende de la nota obtenida en selectividad. Los privados suman a la oferta casi otras 600 plazas en la capital aragonesa que se adjudican por orden de inscripción. Así, mientras que en los públicos el plazo de preinscripción finaliza el 16 de julio (tres días después de conocer las notas de corte), en los privados seguirá abierto hasta llenar todas las plazas. "Aunque conviene ir visitando ya las distintas opciones y solicitar ya la preinscripción. Si al final el alumno no es admitido en una carrera en Zaragoza o acaba en otra ciudad, se devuelve el coste de la preinscripción", asegura Maribel, también directora del colegio mayor femenino Peñalba.

Oferta de colegios privados

En este enlace puede consultar la oferta completa de colegios mayores de titularidad pública en Aragón. En cuanto a colegios privados, existen dos femeninos (Anunciata y Peñalba), dos masculinos (Carmelo y Miraflores) y dos mixtos (Josefa Segovia y Cardenal Xavierre). Todos en Zaragoza y todos llevan varios años sin subir los precios a raíz de la crisis económica.


Los precios de los públicos oscilan entre los 308 mensuales del de Santa Isabel (no tiene servicio de comedor sino cocinas a disposición de los universitarios) y los 666 del Pedro Cerbuna. Los de los privados se mantienen dentro de una horquilla de entre 675 y 800 euros al mes. "Depende de si es habitación doble o no, de si hay baño completo en la habitación y de si sirven comidas los fines de semana", aclara Maribel Suárez.


Como los precios son elevados y los bolsillos españoles no pasan por su mejor momento, la entidad Bantierra acaba de firmar un convenio con el Consejo Nacional de Colegios Mayores para ofrecer 'créditos blandos' que los colegiales podrán devolver al acabar la carrera. "Estamos intentando que ese acuerdo contemple también premiar la excelencia para que se llegue a perdonar incluso el 75% de la deuda a los que saquen buenas notas", anuncia Maribel. Todo, para que la elección del alojamiento no se rija solo por una cuestión económica sino por las necesidades del alumno: "Es un cambio muy fuerte salir de tu casa, de tu pueblo y aparecer en la ciudad y en la Universidad. La gente no es consciente de lo solos que pueden sentirse los estudiantes el primer año".


Como en Aragón es muy común tener pisos en la ciudad, es una práctica frecuente mandar a los hijos a vivir allí solos. Además de compañía y asesoramiento, los colegios mayores aportan, según su representante en Aragón "una riqueza tremenda que radica en la pluralidad y en el respeto que surgen al convivir con otras personas. Eso no te lo da la calle".