El Matarraña y la Ribera Baja del Ebro lideran la bajada del paro en las comarcas

Por contra, el Bajo Cinca y Campo de Cariñena fueron los únicos territorios en los que el número de parados creció.

Imagen de Valderrobres, la capital administrativa de la Comarca del Matarraña.
Imagen de Valderrobres, la capital administrativa de la Comarca del Matarraña.
Efe

Las comarcas aragonesas han conseguido también durante los últimos meses mantener la senda de reducción del número de parados que se dio el año pasado en Aragón, arrastrado por términos de población por las tres capitales de provincia.


Si se desgajan de los datos ofrecidos por el Inaem el número de parados de las tres capitales de provincia, los datos revelan que hasta el primer trimestre de este año 2.373 personas del medio rural y las cabeceras comarcales habían abandonado las listas del paro con respecto a la misma fecha del año anterior. Un descenso liderado en términos porcentuales por El Matarraña (donde se ha rebajado el número de parados en un 19,7%), la Ribera Baja del Ebro (-17%) y el Alto Gállego (-16,4%).


El descenso en el Matarraña, de 101 personas en términos absolutos, es especialmente llamativo porque, además de ser una de las comarcas más afectadas por la despoblación y con una de las medias de edad más elevadas de Teruel, la zona no ha recibido ninguna industria ni proyecto en particular que pudiera acometer por sí misma una contratación importante. Sin embargo, “sectores como el turismo rural, y el desarrollo de la agricultura y la ganadería, han ido poco a poco mejorando”, según explica el presidente en funciones de la comarca, Francisco Esteve que, no obstante, señala las enormes dificultades que supone para estos territorios fijar población.


“El campo y el trabajo realizado en los últimos años para consolidar una oferta turística atractiva son prácticamente las únicas bazas con las que contamos porque estos años, y más con la crisis, la administración autonómica tampoco ha desarrollado especialmente medidas para revertir la polarización que tienen Zaragoza y el resto de capitales provinciales sobre el mundo rural”, explica, haciendo hincapié en que al final "es el entorno el mejor baluarte de zonas como El Matarraña para salir adelante”.


Pese a todo, no es oro todo lo que reluce, otros territorios como el Campo de Cariñena han continuado con su pérdida de empleo durante el año pasado, aunque de forma mínima, mientras que el Bajo Cinca también ha aumentado su número de parados en veinticinco personas con respecto a 2014.

La Comunidad de Calatayud vuelve a generar empleo por fin

Otro contrapunto positivo es el que aporta la Comunidad de Calatayud, donde la cuarta ciudad de Aragón y sus pueblos vecinos habían sido uno de los territorios más azotados por la crisis económica y el cierre de empresas. De hecho, el año pasado, cuando ya se empezó a notar la mejora del empleo, Calatayud fue la única comarca donde se siguió viendo la evolución del paro en número rojos.


Además de la reducción de plantilla con la que se acabó saldando el expediente de la fábrica de Huesitos de Ateca, la capital bilbilitana ha visto durante los últimos años cómo cerraban algunas de sus plantas más importantes.


Tal fue el caso de la industria Kimberly-Clark, dedicada a la fabricación de pañales y con más de 200 trabajadores. Sin embargo, a finales de 2014, Calatayud recibía dos nuevas noticias: Industrias Monzón llegaba en la ciudad con un plan para crear 53 empleos en los mismos terrenos que había dejado vacíos Kimberly, e Indeplas Sistemas ampliaría su plantilla progresivamente a lo largo de este año.


En última instancia también se ha conocido la instalación de la marca de Ron 1498 en Calatayud, donde se prevén crear veinte puestos de trabajo y, a mayor nivel, la llegada a finales de 2016 de la fábrica auxiliar de automóvil Cooper Standard a Tarazona, donde la firma prevé invertir 6,7 millones de euros y la creación de unos 450 puestos de trabajo.