Sánchez Quero: "El papel de la Diputación es insustituible"

El socialista fue elegido presidente con el apoyo del grupo provincial En Común y de CHA.

Sánchez Quero (izquierda) recibe la felicitación de su antecesor, Luis María Beamonte.
Sánchez Quero (izquierda) recibe la felicitación de su antecesor, Luis María Beamonte.
Asier Alcorta

El nuevo presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, el socialista Juan Antonio Sánchez Quero, defendió ayer "el papel insustituible y determinante" de la institución. El también alcalde de Tobed, que contó en su investidura con los 16 votos que sumaron los 11 diputados del PSOE, cuatro del grupo provincial En Común y uno de CHA, apostó asimismo por renovar la DPZ así como reducir los coches oficiales, prescindir de la escolta y suprimir cargos políticos de confianza creando equipos de trabajo con personal de la casa, "lo que producirá un ahorro inmediato muy importante".


Sánchez Quero reivindicó el cuarto espacio (nombre para denominar a la provincia exceptuando la capital), así como que la distribución de fondos a los ayuntamientos se realice sobre "criterios previos, objetivos y reglados, no discrecionales ni de oportunidad". Precisamente, esta fue una de las cuestiones que se incluía en el acuerdo de mínimos que los representantes de En Común cerraron con el PSOE para apoyar la investidura. Y aunque Sánchez Quero aseguró que todavía no está cerrada cómo será la organización del equipo de gobierno, dio por hecho que los tres grupos de izquierdas tendrán delegaciones.


El presidente de la DPZ también especificó que se aprobará un estatuto de alcaldes y concejales que detalle sus obligaciones y derechos, sus incompatibilidades y sus retribuciones, con el objetivo de "eliminar abusos y arbitrando mecanismos para resarcir a los alcaldes de los pueblos pequeñosde los gastos que les ocasiona el desempeño gratuito de su cargo".


En la oposición quedarán los ocho diputados del PP, los dos de Ciudadanos y uno del PAR. El ya expresidente de la DPZ, el popular Luis María Beamonte, felicitó al socialista y mostró su "disposición al diálogo y el entendimiento", algo que, recordó, "lleva ocurriendo desde hace dos décadas en la institución". Beamonte también defendió la labor de las diputaciones: "Es una institución de referencia para los pueblos. No es arcaica ni sectaria, sino de apoyo, asistencia, arraigo y cooperación". Aseguró pasar el relevo para una institución que deja "saneada y solvente".


El diputado de En Común, José Ángel Miramón, dijo que su apoyo en la investidura "no es un cheque en blanco". "Apostamos por iniciar el progresivo vaciado de las diputaciones provinciales y mejorar y armonizar el funcionamiento orgánico de las comarcas que evite disparidades en la prestación de servicios". Bizén Fuster, de CHA, incidió en esta idea y se refirió a la necesidad de que comarcas y municipios ganen "peso" frente al "vaciado" de la Diputación.


Para Elena Martínez Ortín, de Ciudadanos, la DPZ deberá ser uno de los "motores de cambio" para "vertebrar de forma eficiente" a los municipios, y todo ello, añadió, "respetando la no duplucidad de instituciones". Para el diputado del PAR, José Antonio Sanmiguel, que como Ciudadanos se abstuvo, su voto en blanco "no es de indiferencia, sino de confianza en que Sánchez Quero podrá superar las dificultades" y se ofreció por si "hubiera inestabilidad".

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