Manuel Pizarro ha abandonado el Consejo de Administración de Ibercaja Banco, al que pertenece desde septiembre de 2011, por "motivos personales, al entender cumplido el objetivo que se marcó cuando se incorporó a este órgano", según informó la entidad financiera ayer tarde a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El ejecutivo turolense, que ejerció la presidencia de Ibercaja como caja de ahorros entre los años 1995 y 2004, seguirá siendo presidente de honor de la caja, informaron fuentes del grupo.

La comunicación a la CNMV, a través de un ‘hecho relevante’, destaca que Pizarro deja el cargo de vocal "habiendo contribuido a que Ibercaja siga siendo una entidad solvente, de referencia y competitiva en el mercado financiero español, tras la reestructuración hecha en el mismo en los últimos años". En idénticos términos se manifestó ante el Consejo del banco en la reunión que celebró ayer por la tarde en la sede corporativa de Zaragoza.

En la sesión del órgano de gobierno de Ibercaja Banco, el presidente de la entidad, Amado Franco, y el resto de miembros del Consejo agradecieron a Manuel Pizarro su aportación realizada a lo largo de los años, en particular estos últimos, marcados por las sucesivas reformas de un sistema financiero que hoy se ha transformado completamente y en el que Ibercaja se ha consolidado como uno de los protagonistas principales.

Ibercaja se ha convertido ya, de hecho, en el octavo grupo financiero del país, una vez consolidada la integración de Caja3, entidad constituida por la aragonesa Caja Inmaculada (CAI), Caja Badajoz y Caja Círculo de Burgos. En estos años, cumpliendo lo estipulado en la Ley de Cajas y fundaciones bancarias, Ibercaja se ha transformado en la Fundación Bancaria Ibercaja, que como tal es socia de referencia del banco.

Además de haber superado con holgura las dos pruebas de estrés realizadas por el Banco Central Europeo, Ibercaja Banco ha ido dando en las últimas fechas pasos importantes en el marco de su adaptación a un nuevo escenario financiero.

Internamente, la entidad financiera procedió en enero pasado al relevo del consejero delegado. El Consejo de Administración del banco aprobó entonces el nombramiento de Víctor Iglesias para sustituir a José Luis Aguirre, que cesó por voluntad propia. El Consejo ratificó ese día a Aguirre como consejero y vicepresidente primero del propio Consejo –cargo que ocupa desde julio de 2013– y lo designó también presidente de la comisión de estrategia, de nueva creación.

El actual Consejo de Administración de Ibercaja Banco está encabezado hoy, por tanto, por Amado Franco como presidente; Aguirre, vicepresidente primero; Francisco García Peña, vicepresidente segundo; Víctor Iglesias, consejero delegado; Jesús Barreiro, secretario consejero, y Jesús Bueno, Gabriela González-Bueno, Jesús Solchaga, Juan María Pemán, Vicente Ruiz de Mencía y Vicente Cóndor, como vocales.

En el marco de su adaptación a una nueva etapa, Amado Franco y Víctor Iglesias presentaron el pasado mes de marzo, ante más de 1.400 directivos de la entidad, un nuevo plan estratégico para el periodo 2015-2017, una especie de hoja de ruta para la nueva etapa poscrisis en la que el grupo aspira a superar el 10% de capital propio de máxima calidad, un 10% de rentabilidad financiera (ROE) y ganar 10 puntos básicos de cuota de mercado cada año. Para el trienio, según señalaron los primeros ejecutivos del banco, está el gran desafío que supondrá la salida a Bolsa de la entidad, una operación que se desarrollará de modo más concreto durante la segunda parte del plan.