La DGA salda la deuda con las gasolineras que obligaba a los forestales a repostar lejos
Los problemas de impago a Repsol se arrastraban en Huesca desde hace más de un año y los agentes de la naturaleza de Teruel también hacían largos viajes desde finales de 2014.
Aunque no era la primera vez que se producía esta situación, sí ha sido la más duradera, especialmente en la provincia de Huesca, donde los forestales llevaban desde comienzos de 2014 con dificultades. Fue entonces cuando Repsol cerró el crédito de las tarjetas Solred que usaban los forestales, lo que les obligaba a repostar únicamente en las estaciones de servicio de Cepsa, que les seguía fiando. El problema es que esta dispone de menos surtidores repartidos por el territorio, de forma que los agentes destinados en determinadas localidades debían hacer decenas de kilómetros.
La consecuencia directa era que, además de invertir mucho más tiempo del habitual hasta media jornada laboral, según los afectados en esta tarea rutinaria, se acababa consumiendo mucho más carburante en estos viajes a la gasolinera. Y lo que es peor, estos inconvenientes se extendían también a las motobombas usadas en la extinción de incendios, a las que se exige una rápida respuesta.
Ahora el problema ha quedado resuelto y desde hace apenas tres semanas, los profesionales pueden volver a llenar los depósitos de sus vehículos de trabajo en las estaciones más próximas a sus bases. Fuentes de la Consejería que dirige, ahora en funciones, Modesto Lobón afirmaron que los tres servicios provinciales de Medio Ambiente se han puesto "al día tras los últimos pagos". No obstante, al igual que en anteriores ocasiones, eludieron concretar la cuantía de la deuda que habían acumulado por el combustible servido hasta que Repsol cerró el grifo.
La situación es distinta en cada una de las provincias porque son los servicios territoriales de Medio Ambiente los que gestionan el presupuesto destinado a estos fines de forma independiente.
Pero Huesca no ha sido la única afectada por las restricciones, ya que en distintos momentos del último año las han sufrido los agentes de todo Aragón. En Teruel, el suministro estaba restringido desde finales de 2014, lo que generaba importantes problemas en zonas como el Jiloca o el Maestrazgo, más alejadas de los puntos de repostaje que permanecían activos. Y en Zaragoza el uso de las tarjetas Solred también se interrumpió durante aproximadamente una semana el pasado enero, aunque recuperaron el servicio a los pocos días. En todo caso, allí los trastornos son menores cuando se da esta situación, ya que la red de Cepsa es más amplia en esta provincia.
El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón aseguró a principios de año que la deuda que se arrastraba se solucionaría "de manera inminente" porque en breve estaba previsto efectuar el pago, aunque no fue hasta hace escasas semanas cuando por fin se desembolsaron los atrasos.