La Cámara de Cuentas vuelve a sus orígenes con la figura del maestre racional
Un libro recopila los antecedentes de este órgano fiscalizador que celebra su quinto aniversario.
El profesor Fatás recordó que era un órgano colegiado y que los aragoneses "no acaban de nacer al deseo de transparencia". Explicó que ya a principios del siglo XVI era deber de los auditores reprobar los gastos irregulares y exigir su restitución al reino y había "problemas de dietas". Y definió la Cámara de Cuentas como "un herramienta de limpieza política y social muy notable".
Según indicó Sarasa, la fiscalidad aragonesa se institucionaliza especialmente ya avanzado el siglo XIV, con Pedro IV el Ceremonioso, cuando por necesidades de guerra tuvo que hacerse con un patrimonio añadido extraordinario para sufragar los gastos de la defensa del territorio.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Cuentas, Antonio Laguarta, aseguró que se sienten "herederos del maestre racional" y que este libro demuestra que no es una "institución ex novo". Hizo un balance positivo de los cinco años de vida de la Cámara y recordó que se han emitido un total de 75 informes "con los reducidos medios que ha contado". Explicó que las administraciones "ya van entendiendo nuestro papel y que somos una pieza de cierre del sistema financiero" y recordó que son "un órgano técnico dependiente de las Cortes que son los que dan su juicio final".
El nuevo presidente de las Cortes, Antonio Cosculluela, que se estrenó ayer en su primer acto, felicitó a la Cámara de Cuentas por su labor estos cinco años y destacó que este órgano "se entronca en instituciones históricas". En este sentido, aludió a que nació en el Parlamento.
Al acto asistieron, entre otros, diputados, miembros de la Mesa, representantes de la agencia tributaria y de la Fiscalía.