Más de media hora tardó Ranko Popovic en acudir ayer a la sala de prensa del campo de Gran Canaria. Con la tez sudorosa, más pálida de lo normal. Con los ojos vidriosos. Sus saludos con los periodistas, habituales siempre tras los partidos, fueron ayer más sentidos y largos que nunca. Venía de un vestuario roto, lleno de llantos y decepción. Sabía que el sueño del ascenso se había roto a solo 7 minutos para el final del partido. Pero el serbio aún tuvo fuerzas para atender a los medios de comunicación durante ocho minutos de discurso triste, como no podía ser de otro modo.

"El vestuario está muy triste. No puede ser de otra manera. Es difícil encontrar palabras para explicarlo. Sabíamos que no iba a ser fácil logra el éxito y lo hemos buscado de otra manera distinta a la habitual", dijo de entrada el balcánico, aludiendo a su matiz táctico al alinear a Jaime como delantero en un 4-4-2. "En la primera parte, todo ha ido bastante bien, hemos creado peligro. Pero después del descanso, nos han faltado argumentos para tener más el balón y haber podido hacer algo más", abundó al respecto.

"Ya no hay que darle más vueltas. Solo felicitar a Las Palmas, que durante la temporada han hecho muchos más méritos para estar arriba. Tienen un equipo para estar en Primera y para haberlo logrado directamente", espetó en su monólogo cariacontecido y pausado a causa de la tristeza.

Popovic se acordó también de su equipo y del duro año que ayer acabó. "Estoy muy orgulloso de mis chicos. Tiene mucho mérito lo que hemos hecho este año por las circunstancias en las que hemos trabajado. Este es un momento duro y difícil. Pero espero que, el año que viene, nos suceda como a Las Palmas y, del mismo modo que ellos han logrado hoy la recompensa de lo que les pasó el año anterior, lo hagamos nosotros subiendo a Primera", razonó.

El entrenador zaragocista subrayó que "no hemos perdido la eliminatoria por goles, esto ha terminado 3-3". Y entonces le salió el reproche a lo sucedido: "Dije que era necesario marcar un gol. Pero hay días que son mejores y peores. Y en este partido hemos estado al límite. No ha salido bien".

Para Popovic, "la calidad individual de Las Palmas es enorme". Por ello, concluyó con una calificación para sus hombres: "Son héroes. Tenemos que ser felices por lo que hemos logrado, por haber llegado hasta aquí. Hay que felicitar a este equipo", remarcó

Paco Herrera, exentrenador del Real Zaragoza y triunfador anoche en Las Palmas, tuvo palabras de cariño y elegantes para con el club zaragocista en medio de la euforia que ayer se vivía en la isla por el ascenso de su equipo. "El Zaragoza ha sido un digno rival y también ha merecido ascender. Ha competido al mismo nivel que nosotros. Cualquiera de los cuatro de la promoción lo ha podido hacer", dijo el catalán, que quiso comparecer con todos los miembros de su cuerpo técnico a su lado.

"Me duele haber dejado fuera al Real Zaragoza. Allí dejé buenos amigos y ahora tengo envidia sana de lo que ocurre en esa SAD. Yo fui el último que viví las malas cosas que han pasado en esa entidad. No me dejaron trabajar desde dentro. Fue un disparate. El Zaragoza es un grande y esto que me pasa hoy es una dolorosa paradoja", concluyó.