El Pirineo celebra la noche de las fallas con el reto de lograr el aval de la Unesco

Bonansa será el primer lugar donde se prendan las antorchas y la fiesta se repetirá en otros pueblos hasta el próximo 4 de julio.

El ritual del fuego. Los vecinos suben a la montaña con antorchas confeccionadas con ramas. Luego bajan haciendo girar las fallas sobre sus cabezas y una vez en el pueblo se enciende una hoguera. En la imagen, de archivo, un niño prende su tea en Laspaúle
El ritual del fuego. Los vecinos suben a la montaña con antorchas confeccionadas con ramas. Luego bajan haciendo girar las fallas sobre sus cabezas y una vez en el pueblo se enciende una hoguera. En la imagen, de archivo, un niño prende su tea en Laspaúle
heraldo

Con la llegada del solsticio de verano, las llamas de las fallas vuelven a recorrer los montes de Ribagorza y Sobrarbe. Bonansa, Montanuy, Laspaúles, Sahún, Castanesa y Aneto, junto con San Juan de Plan, son las localidades donde pervive esta ancestral costumbre que se celebra en torno a la noche mágica de San Juan.


Bonansa abre este fin de semana la ruta de las fallas ribagorzanas. Las eras y patios se han convertido en improvisados talleres donde los vecinos fabrican sus propias teas de entre 2 y 2,5 metros con las que acudirán la noche del sábado a la ermita de San Aventín para celebrar una cena popular y, al caer la oscuridad, proceder a encender el faro, una gran hoguera que prenderá con su fuego las fallas preparadas para la ocasión. Dará comienzo entonces el recorrido de las teas ardientes por los montes del término municipal camino del pueblo, donde se prenderá una nueva hoguera.


Con ligeras variantes en cada una de las localidades, estas ceremonias se repetirán la noche del 23 en Montanuy, Laspaúles y Sahún, la del 26 en Castanesa y la del 4 de julio en Aneto.


Todas ellas preservan una tradición que históricamente estuvo muy extendida en toda la cordillera pirenaica pero que se ha ido perdiendo en muchos lugares. Ahora, los pueblos que la han conservado aspiran a que las fallas obtengan el reconocimiento de Patrimonio Intangible de la Humanidad que otorga la Unesco. Su declaración el pasado año como Bien Catalogado Inmaterial del patrimonio aragonés supuso un impulso decisivo.


"La candidatura, en la que participan municipios de España, Francia y Andorra, está ya en marcha; ha sido remitida toda la documentación a la Unesco y en noviembre conoceremos la decisión del comité evaluador", comenta Marcel Iglesias, alcalde de Bonansa, apuntando que se trata de una candidatura "bien trabajada".


Su origen se pierde en la noche de los tiempos. En Sahún, por ejemplo, es característico que los porteadores las volteen por encima de sus cabezas creando unos fantasmagóricos dibujos. Tiedas, teas, falletas o antorchas son otros nombres con que se conocen las fallas que se retuercen sobre sí mismas en la noche de San Juan para trasmitir las propiedades purificadoras del fuego.

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