El Ayuntamiento retira el arco de seguridad y el escáner de la entrada después de 15 años

El nuevo gobierno municipal de Huesca considera que ambas medidas han dejado de ser necesarias y que así la institución rompe barreras con los ciudadanos.
El aparato de rayos X seguirá utilizándose de forma puntual para examinar algunos paquetes.

En el vestíbulo del Ayuntamiento de Huesca solo queda ahora la mesa donde está la pantalla para ver las imágenes de las cámaras.
En el vestíbulo del Ayuntamiento de Huesca solo queda ahora la mesa donde está la pantalla para ver las imágenes de las cámaras.
R. Gobantes

Empiezan a verse los cambios en el Ayuntamiento de Huesca. El equipo de gobierno socialista, con el apoyo de Cambiar y Aragón Sí Puede, ha decidido quitar de la entrada del edificio consistorial el arco detector de metales y el escáner instalados ahí en el año 2000. Fue entonces cuando se comunicó a todos los alcaldes la necesidad de reforzar la seguridad por la ruptura de la tregua de la banda terrorista ETA, que en el Alto Aragón se tradujo en el asesinato de dos guardias civiles en Sallent de Gállego y el abandono de un coche cargado de explosivos en Benabarre.


Desde hace quince años, el arco y el aparato de rayos X recibían a todos los ciudadanos que entraban en el Ayuntamiento. Pero ambos ya han desaparecido de su emplazamiento. Teresa Sas, concejal del PSOE, explicó que la decisión, que se barajaba hace tiempo, se ha tomado al entender que estas medidas han dejado de ser necesarias. De hecho, en todo este tiempo no se ha dado ni un solo caso de que alguien intentara entrar en estas dependencias con algún objeto no permitido.


La supresión de estos dispositivos "no significa que la seguridad de los trabajadores municipales no esté garantizada". "Además, se pretende que los ciudadanos sientan que el Ayuntamiento es una institución abierta, sin barreras", añadió la edil socialista.


Tanto el arco como el escáner se han llevado a una sala situada en el propio vestíbulo, contigua a la puerta de entrada. El primero es propiedad de la empresa que presta el servicio de seguridad y vigilancia en los edificios del Ayuntamiento, cuyo contrato finaliza en octubre. Está previsto que en el próximo pliego de contratación que se saque el detector de metales no aparezca como requisito. Sí continuara utilizándose, aunque de forma puntual, el aparato de rayos X, que pertenece al Ayuntamiento. "Se empleará cuando haya que examinar expresamente un paquete o un envío de correo", indicó Sas.


De momento, los dos instrumentos se han ubicado en el espacio que hace años se utilizó como Oficina de Turismo. Aquí podrían situarse también la mesa del guardia instalada en la entrada principal del Ayuntamiento y que sirve de base a la pantalla donde se pueden ver las imágenes de todas las cámaras de seguridad dispuestas en el edificio, también colocadas en el año 2000.


La aplicación de estas medidas preventivas se consideró en el Ayuntamiento de Huesca, gobernado entonces por PSOE, PAR e IU, como algo "excepcional". Hoy se entiende que las circunstancias han cambiado. La desaparición del arco y el traslado del escáner de la entrada contribuyen además a que el atrio del inmueble, construido en el siglo XVI, quede diáfano y puede contemplarse en toda su magnitud.


El palacio consistorial no es el único espacio municipal donde se instaló un detector de metales. Hace unos años, se consideró conveniente colocar otro en las dependencias del área de Bienestar Social, en la calle de San Bernardo. Este, de momento, no se ha retirado. Su permanencia dependerá del informe que el intendente de la Policía Local elaborará para redactar el nuevo pliego con el que se sacará a concurso el servicio de seguridad y vigilancia. "A día de hoy no sabemos si el arco de Bienestar Social se mantendrá", dijo la concejal.


Otro edificio municipal donde también hay vigilancia es el Centro Cívico Santiago Escartín, aunque aquí no hay dispositivos específicos sino un vigilante que durante cuatro días a la semana y de 10.00 a 13.00 custodia las instalaciones y atiende a los asistentes sociales que trabajan allí.

También en la Diputación

El arco detector de metales y el escáner son medidas de seguridad ya habituales en muchos de los edificios públicos como Hacienda, la Subdelegación de Gobierno, la Tesorería General de la Seguridad Social, el Palacio de Justicia o la Diputación Provincial. Aquí se instaló hace unos ocho años y su continuidad será una de las cuestiones que aborde la nueva corporación, que se constituirá el día 25, siempre contando con los informes de los técnicos, indicaron desde esta administración.
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