El 20% de la población actual de Aragón está compuesto por mujeres que han tenido dos o más hijos. Según estos datos extraídos del último censo de población y viviendas, Aragón tiene 276.000 potenciales beneficiarias de la medida anunciada este mes por el Gobierno para incluir el concepto de 'cotización demográfica' en el cálculo de las pensiones.

Según esta medida incluida en el Plan Nacional de Apoyo a la Familia (aprobado el 14 de mayo) las mujeres que pasen a cobrar una pensión de jubilación, viudedad o incapacidad permanente a partir de enero de 2016 disfrutarán de un complemento del 5% si han tenido dos hijos, de un 10% se han tenido tres y de un 15% si han tenido cuatro o más descendientes directos.

Hasta ahora, el Gobierno ha ofrecido datos a nivel nacional de las mujeres que se beneficiarán de estos complementos en los próximos cuatro años, pero también ha anunciado que la medida tendrá carácter permanente. Si esto se cumple, un 32% de las mujeres residentes a día de hoy en Aragón obtendrá un 5% de complemento por haber tenido dos hijos, un 10% verá su pensión incrementada un 10% por haber tenido tres y un 6% tendrá una pensión un 15% mayor de lo que le correspondía hasta ahora por haber tenido cuatro o más hijos.

Un logro conseguido

La Asociación de familias numerosas de Aragón '3 y más' celebra la medida y recuerda que la pensión media actual es un 38% menor para las mujeres que para los hombres por los esfuerzos realizados por las mujeres en aras de la conciliación laboral y familiar. De hecho un 70% de los contratos a tiempo parcial tienen nombre de mujer al igual que un 95% de las excedencias laborales.

"Todo el esfuerzo que hace la madre por cuidar de sus hijos durante su vida laboral repercute directamente en su pensión de forma negativa. Aragón tiene un grave problema demográfico por la falta de relevo generacional y se debe recompensar el esfuerzo de las madres. No pueden seguir viéndose perjudicadas", opina Alejandro López Blanco, presidente de la asociación '3 y más'.

¿Y los hombres?

La entidad en defensa de las familias numerosas no deja de señalar, sin embargo, que la medida debería trasladarse "en un futuro" a la figura paterna. "Sería una manera de igualarnos, de compartir cargas y de que no sean siempre las mujeres las que renuncien a puestos de responsabilidad y pidan reducciones de jornada".

En una línea más crítica se expresan desde la Asociación de Madres Solas de Aragón (Amasol). Para ellas esta medida es un "simple parche que contribuye a perpetuar la asignación de roles por género al adjudicar a la mujer las labores de crianza y cuidado".

Para su presidenta Vanesa Bergasa la inversión del Gobierno debería ir más encaminada a la sensibilización social, la conciliación y la incorporación de la mujer al mercado laboral más que al incremento de las pensiones. "Sigue existiendo el estigma social de que la mujer cogerá más bajas o excedencias por tener hijos, cuando una madre que mantiene sola a sus hijos se agarrará al trabajo con uñas y dientes". Para ella, este incremento de las pensiones es una medida "electoralista que no va a la raíz del problema".

Para María Luisa, una profesora que se jubilará el año que viene ha sido toda una alegría escuchar el anuncio. Ella tuvo cuatro hijos. Todos son ya mayores y están independizados en mejores o peores condiciones pero cuando nació el último tuvo que pedir una excedencia porque su marido trabajaba fuera y no podían permitirse tantas horas de niñera. Su marido está ya jubilado y entre los dos cobrarán una pensión nada despreciable pero agradece que su trabajo como madre sea tenido en cuenta. Sin embargo comprende la postura de la asociación de mujeres aragonesa y entiende que la medida "debería extenderse en un futuro cercano para beneficiar no a la mujer, sino a todos los hombres y mujeres que hayan visto perjudicada su vida laboral y su cotización por el hecho de ser padres".