El próximo alcalde tendrá en su mano el futuro de una docena de planes urbanísticos
Asuntos como Averly, Torre Village o la cesión de La Romareda han quedado pendientes tras este Gobierno.
Durante los últimos cuatro años, IU, integrada en Zaragoza en Común, se ha opuesto a algunos proyectos.
Por ello, los promotores de muchas iniciativas que han quedado en el aire están pendientes del equipo que se pondrá al frente del Ayuntamiento. Hay que tener en cuenta que algunas de las tramitaciones que ha impulsado el PSOE en los últimos años han contado con el voto en contra de IU, formación que integra la coalición Zaragoza en Común (ZEC), principal aspirante a la alcaldía por ser la primera fuerza de la izquierda. Si el próximo sábado su candidato, Pedro Santisteve, es alcalde, en los próximos meses deberá decidir sobre muchos de estos asuntos.
Arcosur, por ejemplo, ha sido uno de los principales temas en los que IU se ha distanciado de la acción del gobierno socialista en Urbanismo. Se ha mostrado en contra del campo de golf ideado para el barrio, un proyecto que de momento está aparcado pero que tiene un aperitivo en forma de pich and putt de casi 80.000 metros cuadrados que está acabado y que el Ayuntamiento tiene que recibir próximamente lo ejecutó la junta de compensación del barrio. Además, Arcosur tiene pendientes dos modificaciones de plan general: una para regularizar los depósitos al otro lado del Cuarto Cinturón y otra para permitir construir una subestación eléctrica que garantice el suministro. Es decir, las instalaciones de las que depende el agua y la luz de esta parte de la ciudad. En ambos casos IU votó en contra.
Otro de los temas que ha dado que hablar durante los últimos años es el de Averly. El futuro alcalde deberá decidir si permite que avance la tramitación del plan especial que recoge la construcción de 232 viviendas en la vieja factoría. Actualmente está paralizado, al igual que la licencia de derribo de las naves no protegidas. El asunto, en cualquier caso, dependerá de lo que decidan los juzgados sobre el recurso presentado por Apudepa para que se amplíe la protección a toda la vieja fábrica.
Mucho antes de esa resolución, el nuevo gobierno se encontrará con otro asunto pendiente, el de la cesión de La Romareda por 75 años al Real Zaragoza aprobada en abril. En julio acabará el periodo de información pública y se tendrán que resolver las posibles objeciones que se presenten. Zaragoza en Común, que el jueves pasado se mostró en contra de la fórmula elegida para la cesión, se plantea presentar alegaciones. El futuro gobierno deberá decidir si lleva la aprobación definitiva de la cesión a la Gerencia de Urbanismo (donde previsiblemente se aprobaría con los votos de PP, PSOE y CHA) o si la paraliza evitando llevarla a votación.
Algo parecido puede hacer el futuro gobierno con otros dos planes urbanísticos que se han planteado en los últimos meses: Torre Village el paseo outlet en la fábrica de Pikolin y el edificio de 20 plantas de la plaza de Europa. Ninguno requiere modificación del plan general, pero sí una aprobación definitiva de plan especial. Ambos contarían con mayoría en el pleno, pero es el gobierno municipal el que tiene la potestad de incluirlo o no en el orden del día de Urbanismo para someterlo a votación.
Hay más asuntos pendientes. El Ayuntamiento acordó con Remar su salida de Rosales del Canal comprándole el edificio que tenía a medio construir, algo a lo que se opuso IU. Este equipamiento necesita una inversión aproximada de dos millones de euros para darle un uso adecuado.
Otros asuntos espinosos que pueden dar que hablar los próximos cuatro años son las cesiones de suelo a entidades religiosas o sociales, los permisos para instalar antenas de telefonía móvil, la posible ampliación de la Feria de Muestras, las reclamaciones por el edificio de Valdefierro afectado por dolinas, la sentencia sobre el centro comercial Utrillas o la participación del Ayuntamiento en la sociedad Zaragoza Alta Velocidad.