¿Vocación o trabajo?, el dilema de miles de estudiantes

Unos 13.000 alumnos acaban de terminar el bachillerato y deben decidir parte de su futuro.

Los estudiantes escogen las bibliotecas por el "ambiente de estudio". Allí pasan "horas y horas".
Los estudiantes escogen las bibliotecas por el "ambiente de estudio". Allí pasan "horas y horas".
Luis Ángel Tejedor

Elegir una carrera no es fácil y en estos momentos todavía más complicado, si cabe. Ante esta situación unos 13.000 estudiantes de Bachillerato han tenido que meditar tranquilamente sobre cuáles eran sus opciones. Durante este mes han vivido días complicados en los que se han puesto a prueba los conocimientos que han adquirido en el último curso académico. Sin embargo, esta no era su única preocupación. Según un reciente estudio, el 78% de los estudiantes zaragozanos no sabían a principio de curso qué iban a estudiar.


Vocación o más probabilidades de encontrar trabajo. Esta es la primera disyuntiva que se plantean los alumnos de 2º de Bachillerato cuando tienen que hacer frente a una de las decisiones más importantes de su vida. “Lo recomendable es estudiar lo que te gusta y aquello para lo que estás más capacitado, pero en la práctica no se pueden descartar otros condicionantes”, subraya Tomás Escudero, profesor emérito de la Universidad de Zaragoza.


Esta tendencia parece que se está invirtiendo desde que comenzó la crisis económica. “Antes se primaba mucho el estudiar algo que gustara, pero cada vez los alumnos miran más las opciones laborales que les pueden ofrecer”, sostiene Luis Montil, director del IES Miguel Catalán. Según señala Escudero, los estudios más afectados por estos inconvenientes son la Educación, las Humanidades y la Ciencia, titulaciones destinadas a la docencia, “donde no hay casi oposiciones”.


Por suerte, algunos no tienen este tipo de problemas y su área del conocimiento preferida está entre las que cuentan con mayores salidas profesionales. En este caso, el inconveniente es diferente y el factor que más condiciona la elección es la nota de corte. “Hay muchos alumnos que quieren ser médicos o enfermeros pero no tienen suficiente calificación, en este caso suelen decantarse por alguna FP superior de la misma área”, subraya Pilar López, directora del IES Goya.


Pero no son los únicos. En los últimos años, la imagen de la FP ha mejorado de manera considerable y ya no se ve como “un camino obligado para los estudiantes menos brillantes”. De hecho, tal y como señala Montil, “cada vez es más común encontrar alumnos brillantes que por unas causas u otras se han decantado por estudiar un grado superior, algo que hace unos años no ocurría”. Prueba de ello es que el año pasado la Universidad de Zaragoza perdió algo más de 2.000 alumnos, mientras que los estudiantes de FP continúan creciendo de manera considerable.


“Con todos los problemas económicos y los recortes, hay alumnos que consideran que una carrera universitaria requiere mucho esfuerzo y no proporciona casi salidas laborales”, subraya Montil. En estos momentos las oportunidades de encontrar un trabajo están muy equiparadas, de hecho, algunos consideran que “los estudiantes de FP consiguen un empleo de manera más rápida”.


El precio de matrícula también puede marcar algunas "líneas rojas" en la decisión de los estudiantes. A pesar de que la imposición de tasas académicas en los grados superiores causó malestar entre muchos alumnos, su precio es bastante menor que las de las titulaciones universitarias. Mientras que cursar una FP cuesta 245 euros al año, estar matriculado en una carrera no desciende de los 820 euros, todo esto si consideramos que no tiene que repetir ninguna asignatura. 


Este precio corresponde a carreras como Derecho, Filosofía, Historia, Trabajo Social o alguna filología. Todas ellas pertenecientes al grado de experimentalidad 6, el más bajo de la Universidad de Zaragoza. Si por el contrario, se quiere cursar una titulación de grado 1 -Arquitectura, Medicina, Enfermería, Veterinaria...- el coste sube a más de 1.500 euros por curso académico. 


La decisión de los alumnos es complicada y muchas veces tienen que acudir a los orientadores, tutores y a su familia para intentar tomar la más acertada. “Intentamos informarles de todo, que vean cuáles son sus opciones, los estudios que hay relacionados y las competencias que hay que tener para cada uno de ellos”, explica Isabel Delgado, directora del IES Grande Covián.

La salud, el área más demandada

"Los alumnos de Ciencias de la Salud tienen las ideas más claras y casi todos están seguros de lo que quieren estudiar", subraya Delgado. Por ello, no es de extrañar que sea una de las áreas en las que más demanda exista. Tanto las carreras universitarias relacionadas con estos estudios como los grados superiores siempre tienen lista de espera. "Nosotros ofertamos la FP de Radiodiagnóstico y cada año hay más gente que se queda fuera", recuerda Montil. Lo mismo ocurre con los estudios de Medicina, Enfermería y Fisioterapia, cuyas plazas siempre se llenan en junio. 


Según la directora del IES Grande Covián, los que también suelen tener claro su destino son los que cursan estudios relacionados con la economía y la empresa. "Aunque en estos casos lo que más les tira es la esperanza de tener más posibilidades de encontrar un empleo", recuerda Delgado. 


Y ni siquiera esa posibilidad acaba de convencer, la carrera de Administración y Dirección de Empresas tiene una nota de corte de 6,5 en Zaragoza, mientras que en Huesca y Teruel ni siquiera se llenan todas las plazas que se ofertan. Finanzas y Contabilidad y Económicas tampoco llegan a cubrir todas sus vacantes. 


No obstante, no son los estudios que menos atraen a los jóvenes de hoy en día. Las ingenierías son elegidas por una minoría, puesto que tienen el cartel colgado de "carreras hueso". "Me encanta el mundo técnico y de los motores pero en ningún momento me planteé estudiar una ingeniería porque son muy complicadas, así que me decanté por una FP", asegura Juan Sanz días antes de inscribirse en el grado superior seleccionado. 


Aunque estas son las tendencias más habituales, las modas siempre juegan un factor relevante. "Cuando hay una carrera nueva se produce el efecto llamada, algo que ocurrió con Historia del Arte y posteriormente con Psicología, Periodismo y Biotecnología", subraya Escudero. Al mismo tiempo recuerda que hace unos años aumentó el número de personas que querían estudiar Biología. "La razón fue que se había puesto de moda una serie de televisión sobre Ramón y Cajal", asegura.

Más plazas de FP

La estructuración de las plazas ofertadas también tiene en cuenta el incremento que está habiendo en las FP, por ello, el departamento de Educación, Cultura y Deporte ha decidido aumentar en 450 las plazas dedicadas a la Formación Profesional. Por el contrario, la Universidad de Zaragoza perderá medio centenar, casi todas en Huesca, aunque sigue manteniendo todas las carreras universitarias. Esta pérdida se compensará con las creadas por la Universidad San Jorge, con la implantación del grado de Magisterio de Infantil y Primaria.