A nadie le extraña que una persona invidente acceda a un autobús urbano, a un edificio público o a una cafetería acompañada de un perro guía. El acceso de estos animales a estos y otros lugares está regulado por la ley. Sin embargo, las personas invidentes no son las únicas a las que canes especialmente adiestrados facilitan la vida y la ley, en muchos lugares de España entre los que figura Aragón, no contempla específicamente estos supuestos.

Esta es la queja de varios profesionales y algunas familias aragonesas que han iniciado una campaña para pedir al Gobierno de Aragón que elabore una ley que no solo regule lo relacionado con el acceso de perros guía a lugares públicos, sino con los perros de asistencia en general,  como ya han hecho otras comunidades, entre las que se encuentran Madrid, Cataluña, País Vasco, Galicia y Comunidad Valenciana.

Los estudios y la experiencia de adiestradores ha demostrado con los años que los perros no solo pueden facilitar la vida de los invidentes, también pueden ser una herramienta muy eficaz para personas con sordera, diabéticos, con movilidad reducida o autistas.

Así, hay hasta cinco tipos de perros de asistencia: los perros guía; los perros señal, que están adiestrados para avisar a personas con discapacidad auditiva de la emisión de sonidos y su procedencia; los de servicio, que están adiestrados para ofrecer apoyo a discapacitados físicos; los perros de alerta médica, que ayudan a detectar crisis recurrentes en personas con diabetes, epilepsia u otra enfermedad orgánica; y los canes para personas con autismo, que les ayudan a controlar situaciones de emergencia y pueden guiarlos.

Paco Martín es el gerente de Canem, un centro de adiestramiento de perros de asistencia situado en Zaragoza, y una de las personas que está impulsando que la administración autonómica elabore una regulación.  

"No suele haber problemas y si los hay es por el desconocimiento de la gente. Los perros de alerta médica, por ejemplo, suelen ser perros pequeños y hay personas que no se creen que sean perros de asistencia", añade. 

Para evitar problemas, cuando una familia adquiere uno de estos canes, se les dota de un resumen de la ordenanza municipal de Zaragoza (que Martín califica como "un buen paso. aunque mal redactada"), documento identificativo del animal y un arnés para colocárselo al perro en el que se le identifica como perro de asistencia. Además, recomiendan que los dueños de estos fieles ayudantes y compañeros porten el impreso del Salud en el que se le identifica la enfermedad que sufren.

Adhesiones en Change.org 

El veterinario zaragozano Alberto Cortés es el impulsor de la recogida de firmas en la web Change.org. Los perros de asistencia "son animales perfectamente controlados sanitariamente y revisados periódicamente en el veterinario", valora la Cortés en la petición. "Es absurdo que un perro de asistencia no pueda ni acompañar a su dueño al cine y vigilarle por si tiene una hipoglucemia, que puede llegar a resultar mortal", añade.

Además de la promulgación de la ley, también solicitan que se cree una base de datos en la que todos los datos de los perros (nombre, raza, edad, por quién fue adiestrado, quién es su veterinario, etc.) queden registrados. 

Esta campaña, que solicitaba 1.000 firmas para presentarlas ante la DGA, prácticamente ha cubierto los apoyos necesarios, pero la concienciación de la sociedad en este aspecto es muy importante.

Los impulsores de esta medida confían en que el nuevo Gobierno de Aragón elabore pronto una ley de este tipo. El hecho de que ya exista un marco regulador en otras comunidades autónomas, facilita el trabajo.