Carbunión advierte de que las minas pueden cerrar a corto plazo sin las ayudas a las térmicas
La situación en Aragón es menos dramática que en el resto de España, pero sus empresas también se verán afectadas.
La directora general de Carbunión, Mercedes Martín, advirtió ayer en una rueda de prensa celebrada en Madrid de que el sector "no aguantará" más allá del verano sin las ayudas a las centrales térmicas por la adquisición de carbón nacional. Y alertó de que a los 4.000 trabajadores de la minería a nivel nacional , habría que sumar los de las centrales, que, sin una solución, se verían obligadas a cerrar. Mientras que las explotaciones de Palencia y Asturias son las peor paradas, con empresas a punto de cerrar y otras envueltas en procesos de regulación de empleo, las de Aragón se mantienen a flote por el momento, por los menores costes de producción que suponen sus minas, la mayoría a cielo abierto. No obstante, los sindicatos aragoneses alertan de que la situación puede afectarles a más largo plazo si persiste la incertidumbre en el sector.
La directora general de Carbunión reclamó la urgente aprobación del real decreto que regulará el funcionamiento del sector carbonífero para los próximos cinco años, y en el que se establecen los plazos, las tonelada extraídas y ayudas a la producción, entre otras cuestiones. El Ministerio de Industria ya ha elaborado tres borradores de este decreto, que debería haber entrado en vigor en enero de este año, aunque el último, con el que no están de acuerdo ni la patronal ni los sindicatos, parece tener más posibilidades de salir adelante.
La representante de la patronal pidió ayer que se agilice la aprobación del documento, en primer lugar, para que las centrales térmicas conozcan las ayudas que recibirán por adaptar sus instalaciones a la nueva normativa medioambiental europea a cambio de consumir carbón autóctono. Mercedes Martín explicó que de esta manera se evitaría, al menos, un 2015 "catastrófico" en vista del consumo actual y de la incertidumbre que planea en el sector, sin una normativa reguladora.
Según el último borrador que ha trascendido, las ayudas para que las centrales puedan adaptar sus sistemas a la normativa medioambiental se situarían en 90.000 euros por megavatio producido, lo que supondría que la térmica de Andorra podría recibir 94,5 millones de euros, una cantidad que consideran insuficiente para garantizar la continuidad de la producción eléctrica. Martín dijo que "hay muchos que están interesados en que el carbón nacional no exista", por que, a su juicio, se propiciaría la entrada en el sistema de ciclos combinados (utilización de gas) más caros y que implicarían el incremento del precio del mercado de la electricidad.
Los sindicatos mostraron ayer su conformidad con las declaraciones de la patronal. El responsable de Energía y Minería de CC. OO. Aragón, Carlos Guerrero, señaló que para que la reconversión minera que se viene produciendo desde hace décadas sea menos traumática hay que reclamar ayudas para la adaptación medioambiental a las centrales. "Pero decimos agregó que es preciso obligarles a consumir un porcentaje de carbón nacional en contraprestación de las cuantiosas ayudas públicas que van a recibir". Guerrero reclama, además, la convocatoria de la Comisión de Seguimiento del Carbón con la participación de los sindicatos para debatir el real decreto antes de su aprobación.
