177 empresas cambiaron su sede social a Aragón el año pasado

Cataluña fue la Comunidad que más firmas aportó (69). Hubo otras que se marcharon, pero el saldo es positivo.

La mayor parte de las empresas se trasladan a la capital aragonesa
La mayor parte de las empresas se trasladan a la capital aragonesa
A. Navarro

La diferente presión fiscal de cada autonomía, las facilidades y subvenciones que da cada Ejecutivo y el coste que suponen los recursos materiales y humanos son algunos de los factores que provocan cada año cientos de movimientos de empresas que buscan un nuevo domicilio social en el que seguir desarrollando su actividad en unas condiciones más favorables.


Al cierre del pasado curso Aragón acabó resultando beneficiada del cómputo global de deslocalizaciones. En total llegaron 177 sociedades procedentes de otras comunidades, mientras 145 decidieron irse a otro punto del territorio nacional.


Es decir, la Comunidad arrojó un balance positivo de 32 firmas, un superávit que justifica principalmente con las 69 compañías que se mudaron desde Cataluña. Así se desprende de un informe de la consultora Axesor elaborado con datos del Registro Mercantil.


La economía de la Comunidad vecina presenta algunas características que benefician al tejido empresarial aragonés. "Principalmente influye la mayor burocracia a la que se enfrentan las sociedades catalanas, así como su mayor presión fiscal", explica Aurelio López de Hita, presidente de Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa en Aragón (Cepyme).


Pero, según López de Hita, entran en juego otros factores: "En Aragón hay convenios colectivos más asequibles. También está el tema del diálogo social, más complicado en Cataluña -especialmente el debate de la secesión- mientras en Aragón se vive una mayor 'paz', y el precio del suelo industrial, que en nuestra Comunidad es más barato". En este último punto cabe destacar que las empresas que se deslocalizan y llevan su nueva sede a otro territorio son más proclives a expandirse en el nuevo escenario.


Sin embargo, Aragón también tiene sus puntos débiles que le hacen tener un balance negativo con otras autonomías. Es el caso de Navarra (la Comunidad Foral atrajo 13 empresas aragonesas por las 9 que 'envió'), que según explica López de Hita "tiene una menor presión fiscal que la aragonesa" y eso claramente le beneficia.


La Comunidad aragonesa también también perdió cuatro sociedades frente a la valenciana, dos con Castilla-La Mancha y una con Baleares, Extremadura y País Vasco.


Para mejorar el balance de deslocalizaciones en el futuro, López de Hita propone "llevar el impuesto de transmisiones a la mínima expresión, mantener las facilidades a nivel burocrático, tener una legislación ágil y clara y recuperar el diálogo social". El presidente de Cepyme también apuesta por "aprovechar el tirón de los sectores agroalimentario y automovilístico" y por "invertir en Investigación y Desarrollo".


Madrid, la gran beneficiada


Atendiendo al global de los movimientos, la Comunidad de Madrid es la gran beneficiada, ya que ganó hasta 735 empresas durante el año pasado. La cruz de la moneda fue para Cataluña, cuyo balance arrojó un saldo negativo de 385 sociedades.