Stock Car cierra con más de 30.000 visitantes en la Feria de Zaragoza
El salón del vehículo de ocasión concluye con más de medio centenar de unidades vendidas en sus cuatro días de duración.
Además, como subrayaron algunos de los vendedores, la asistencia a Stock Car garantiza en los días posteriores a su celebración una afluencia y unas ventas extra en los establecimientos habituales, pues la feria funciona como un escaparate donde los potenciales compradores echan un primer vistazo antes de decidir una compra.
En esta edición han tomado parte un total de 49 negocios especializados en vehículos de segunda mano, seminuevos o kilómetro cero, que han ocupado 32.000 metros cuadrados con una amplia gama, desde turismos familiares a coches de lujo, monovolúmenes, berlinas, todoterrenos o furgonetas, entre otros.
María López, vicepresidenta de Feria de Zaragoza, recordó en la inauguración que este salón nació hace siete años, coincidiendo con el inicio de la crisis, como "una solución puntual, ya que había muchos coches en los concesionarios que no se vendían, así como importantes problemas financieros y de tesorería para los concesionarios". Pero, subrayó, con el tiempo Stock Car se ha convertido en "un salón consolidado que ofrece una gran oferta global a los ciudadanos".
De hecho, desde Feria de Zaragoza se señalaba ayer que esta séptima edición "cierra sus puertas con la satisfacción generalizada de expositores y compradores", lo que "reafirma el acierto de organizar una feria de estas características con una oferta global, en un único escenario donde adquirir un vehículo de calidad y a buen precio". Según la organización, las buenas cifras de asistencia y ventas "avalan la profesionalidad y rentabilidad de esta convocatoria que, año tras año, se afianza y asienta".