El tres en uno electoral de Luesma
Los votantes solo eligieron uno de los tres representantes para este Ayuntamiento. Para poder constituirse, ahora tendrán que sacar adelante una comisión gestora con otros dos vecinos voluntarios. Después, podrían votar si quieren volver a ser un concejo abierto.
Según los datos del Ministerio de Interior sobre los resultados electorales, de los 27 votantes que tuvo Luesma y que escogían con listas abiertas (en las que se pone una equis al candidato elegido), 24 dieron su apoyo al representante del PAR, David Mainar, actual alcalde. Los otros dos cabezas de lista, uno del PP y otro del PSOE, formaban parte de las denominadas listas fantasma, esas que no tienen ninguna vinculación con el pueblo. Los resultados de las urnas también dejaron un voto en blanco y dos nulos. Además, hubo 14 abstenciones.
La Junta Electoral de Daroca solo pudo proclamar concejal a David Mainar, del Partido Aragonés. Y ahora, la falta de mayoría absoluta para formar gobierno, impedirá que el Ayuntamiento pueda constituirse como uno más, algo que, de producirse, retrasaría también la formalización de la comarca Campo de Daroca y de la Diputación Provincial de Zaragoza. Aunque en principio, no se espera que esto ocurra, si pasara podría obligar al Ayuntamiento a juntarse con otro y desaparecer como entidad con administración local propia.
Lo que se prevé, según explican desde los servicios jurídicos de la Delegación del Gobierno en Aragón, es que la Diputación Provincial de Zaragoza nombre una comisión gestora en la que haya dos personas voluntarias (y que no tengan ninguna incompatibilidad para ser candidatos) que formen parte de este ente. Estaría presidida por el concejal elegido (Mainar) y en la que los otros dos miembros serían vocales.
Esta junta podría gobernar durante los próximos cuatro años o, lo que parece más probable que ocurra, convocar una votación para que el ayuntamiento pase a ser concejo abierto, como ya era antes de que se modificara la ley en el año 2009. Para este cambio, deberían convocar una votación y para salir adelante tendría que contar con el voto unánime de la comisión gestora y una mayoría simple de los vecinos que participaran en la votación.
El número de empadronados a fecha enero de 2014 superaba los 40 vecinos y, por tanto, debía elegir tres representantes. Si hubiera tenido menos de cuarenta, habría seguido como concejo abierto.