"No merece la pena descargar ilegalmente de internet"

El Instituto Autor concedió el Premio Antonio Delgado a la abogada María Mateo por su trabajo sobre remuneración de los autores para la explotación de la obra audiovisual en Internet, editado en un libro.

¿De qué canción, película o libro le gustaría ser autora?

‘Lucía’, de Serrat; ‘Tesis’, de Amenábar y ‘El lápiz del carpintero’, de Manuel

Rivas.


¿Por los ‘royalties’ que generan o por una cuestión sentimental?

Es sentimental, pero también han sido obras muy valoradas...


La acaban de premiar por un estudio sobre la protección de los autores. ¿Le parece, como a ellos, que el IVA cultural está más alto que Romay?

Sí. El IVA cultural ha hecho mucho daño a la industria y fomenta aún más la piratería. La cultura debe ser accesible para todos. El Gobierno debería facilitar el acceso a los bienes culturales y no al revés.


Hoy, trabaja en este campo en Suiza. ¿Está el panorama mejor en Europa o es un problema común?

En Europa hay ciertos aspectos armonizados en materia de derechos de autor, pero los sistemas de recaudación se adaptan a las diferencias de cada país. No es mejor ni peor. En Suiza, el ciudadano paga a los autores a través de la ‘billag’. Es cuestión de concienciación, no sé si funcionaría en España.


¿Descarga cosas por internet?

Mentiría si dijera que no lo he hecho nunca... Pero hoy no merece la pena. Hay un montón de proveedores de música o películas en internet. Y las web de las cadenas de televisión permiten, pagando poco o nada, acceder a un gran repertorio, con buena calidad.


Y ¿por qué lo seguimos haciendo?

Supongo que por comodidad o porque la gente se ha acostumbrado a no pagar por contenidos culturales. Es necesario reeducar al consumidor. La importancia del vídeo bajo demanda es que el contenido se adapte a las necesidades del consumidor y no al revés. Si hay una oferta legal de contenidos que se ajuste a esto, a la gente no le importará pagar un poco y ver con mejor calidad.


Internet ¿es el enemigo o el amigo del creador?

Amigo. El problema no son los avances tecnológicos, sino no saber responder a ellos a través de reformas legales o no satisfacer la nueva demanda de servicios.


Entonces, los autores, ¿tienen verdaderamente derechos?

Al menos por ley. En la práctica, muchos derechos se ceden a distribuidores y productores por contrato y los autores se quedan en una posición muy debilitada frente a los ‘grandes’ de la industria del cine o la música. Por eso, es esencial la labor de las entidades de gestión colectiva en todo el mundo, tanto en la defensa de sus intereses como para que la capacidad de negociación sea de igual a igual.


¿Por qué hay que pagar por poner música en una boda, por ejemplo?

¿Por qué no? Una boda es una fiesta, igual que un sábado cualquiera en una discoteca. El establecimiento saca un beneficio, y no poco, por que la gente esté ambientada. ¿Por qué el beneficio debe ir íntegro para él? El problema no es pagar o no por la música, sino que algunos se aprovechen para subir los precios del banquete. En realidad, la recaudación por la comunicación pública de las obras la debe pagar el establecimiento, que es el que saca beneficio, no los que se casan.


Usted trabajó como abogada para la SGAE. Pleitos no les faltaron...

Vi muchas reclamaciones pero también muchos acuerdos. Y no se hacen tantos

juicios.


¿Por qué la sociedad no es muy popular? ¿No hemos entendido su labor?

Es posible que se pudiera haber explicado mejor su misión o haber salido a la defensa de los intereses de la sociedad cuando aparecían noticias falsas. Pero su labor no es tener buena imagen, sino proteger los intereses de los autores y editores. Si la sociedad valorara las obras y considerara que la remuneración por ellas es una remuneración al trabajo entenderían mejor su labor y la de cualquier entidad de gestión.