La llegada de dos grandes óleos del Museo del Prado al Paraninfo de la Universidad contribuye a llenar el vacío que existía en Aragón en torno a la producción artística de la zaragozana María Luisa de la Riva, de la que, hasta ahora, solo había pequeños ejemplos de su trabajo en colecciones particulares. Los dos cuadros florales, que ya han encontrado acomodo en las paredes de una de las salas principales del edificio histórico, formaron parte de la exposición organizada entre febrero y junio de 2014 para reivindicar el papel de esta pintora.

Tras aquella muestra, desde la Universidad se iniciaron los trámites para que algunas de las obras cedidas por el Prado entonces de forma temporal se trasladaran a Zaragoza, ya con carácter indefinido. Según recordó Juan Carlos Lozano, profesor titular de Historia del Arte y director del secretariado de Cultura de la Universidad, "durante una visita de la responsable del ‘Prado disperso’ (bienes depositados en museos e instituciones oficiales de todo el país) le planteamos esta posibilidad". Una vez que el trámite fue aprobado, las obras se trajeron hasta la capital aragonesa al mismo tiempo que otras piezas que se pueden contemplar ahora en la exposición ‘Aragón y Flandes’, inaugurada esta semana.

Una de las condiciones que exige el Prado para materializar este préstamo, además de que se garanticen las medidas de seguridad y conservación, es que "los cuadros se coloquen en lugares de acceso público, para que sean visibles". Así, los dos lienzos decoran la denominada Sala Paraninfo, junto a otros cuadros, también propiedad del Prado. En total, según explicó María García, técnico de exposiciones y patrimonio cultural, "la Universidad tiene 22 obras", sin contar estas dos nuevas incorporaciones, procedentes del museo madrileño, que están ubicadas en distintas facultades.

Lozano puso de manifiesto que los cuadros recibidos "contribuyen a enriquecer el patrimonio no solo de la Universidad sino de la sociedad aragonesa, porque se recuperan dos piezas de lo mejor de la producción artística de la pintora María Luisa de la Riva (Zaragoza, 1859-Madrid, 1926). "Hasta ahora solo se habían localizado algunas obras, en pequeño formato, en colecciones privadas", dijo.

Los óleos cedidos por el Prado –que rondan los 165 centrímetros de altura– "no forman una pareja, pero se han colocado en simetría porque comparten la misma temática floral". El lienzo titulado ‘Uvas y granadas’ (1904) se conservaba en los almacenes del museo;mientras que ‘Flores y frutas’ (1887) estaba en depósito en el instituto Séneca de Córdoba.

Son dos ejemplos de un género en el que se especializó esta pintora zaragozana, considerada una de las artistas españolas más importantes del siglo XIX, con una intensa proyección internacional.