El Matarraña, entre los ecosistemas fluviales mediterráneos mejor conservados de Europa

?Un estudio de la CHE sobre el efecto ambiental del regadío revela que el cauce presenta la mayor biodiversidad de todos los ríos mediterráneos españoles.

El río Matarraña, sus riberas y los cultivos de regadío asociados a ellas constituyen "uno de los ecosistemas fluviales de régimen mediterráneo mejor conservados de Europa", según un reciente estudio de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). El informe, titulado ‘Caracterización de los valores ambientales dependientes del agua del regadío de la cuenca del Matarraña’, señala también que este curso de agua que se reparte entre las provincias de Teruel y Zaragoza "presenta una inusual riqueza biológica que lo hace especialmente singular". El trabajo, realizado a finales de 2014 por la fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes), añade que "resulta imposible encontrar otro río mediterráneo en la península Ibérica con tal grado de biodiversidad".


El estudio, que se centra en el tramo medio –comprendido entre Valderrobres y Nonaspe–, repasa los principales valores derivados de la utilización del agua para riego y de la presencia del río. Respecto a la fauna, señala que el "mamífero protagonista" es la nutria. Enumera las numerosas especies piscícolas, de anfibios, aves y macroinvertebrados presentes. Entre estos últimos "destaca por su escasez" el cangrejo autóctono.


Uno de los motivos del excepcional interés natural del Matarraña es su función de "corredor verde" que, a través del cauce y de los regadíos, conecta "un área subdesértica –en la desembocadura– con los bosques montanos mediterráneos –en los Puertos de Beceite, en la cabecera–". También ejerce la función de corredor "transversal" entre las zonas de secano de ambos márgenes.


A los valores naturales, se suman los derivados de la secular actividad humana para aprovechar el agua para riego. El estudio cataloga 223 kilómetros de acequias, 262 balsas, 163 captaciones de agua y 132 puntos de agua –como pozos, manantiales o sondeos–. A este patrimonio se suman azudes, molinos, norias y puentes. Entre los elementos de más "importancia", figuran las 1.500 masías localizadas en el área de estudio. La interacción entre la actividad humana y los valores naturales es estrecha. El documento señala, por ejemplo, que las balsas con márgenes "naturalizados" son de mucha utilidad como refugio de distintas especies y abrevaderos. El conjunto de recursos naturales y elementos producto de la acción humana configura "un mosaico singular de enorme riqueza natural, paisajística, cultural e histórica".


El informe resalta el valor paisajístico de cultivos como el olivar o los frutales, que en el tramo medio y bajo del río abarcan grandes extensiones con una agricultura moderna y en la que prima el riego localizado –por goteo– frente al tradicional por inundación. La época de floración de las plantaciones fruteras confiere a la zona "una belleza propia, característica, con una riqueza visual y paisajística de indudable calidad".


Alerta, no obstante, de que una parte "significativa" del regadío se ha abandonado en las últimas décadas, un hecho que propicia un aumento de la biodiversidad por la llegada de especies colonizadoras pero que, desde el punto de vista paisajístico, conlleva "una notable pérdida de valores".