Javier Rivero-DÍaz, profesor: “pedir perdón o ser agradecido influye en tu economía”

Con lo que nos cuesta ser fieles al gimnasio, y encima usted nos propone gimnasia financiera...

¡Claro! A todos nos importa el dinero. Y la gimnasia financiera es un poco el gimnasio de la vida, porque cuando mejora tu salud financiera repercute en todos los ámbitos de la vida.

En el gimnasio deportivo quemamos calorías. ¿Y en el financiero?

Lo que nos sobra. Y nos llenamos de cosas buenas. Se trata de equilibrar. Es como fortalecer los músculos de los valores. No hablo de fórmulas y raíces cuadradas, sino de cosas profundas que afectan a nuestra economía y no lo sabemos.

Da consejos para mejorar nuestra economía. ¡Claro, ahora es fácil!

Es verdad, pero es algo para siempre. Uno de los consejos es evitar y resolver conflictos profesionales, laborales o de pareja. Las preocupaciones afectan al estado de ánimo y el estado de ánimo se relaciona con todo lo que hacemos.

No dirá que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades...

¡Nunca! ¿Quién soy yo para saber cómo ha vivido cada uno?

Dice que es posible ganar más dinero en solo siete días. ¿Es que promueve usted el robo?

¡Todo lo contrario! El que roba acaba perdiendo por otro lado.

Y¿qué cosas podemos hacer para ser un poco más hormigas y menos cigarras?

Hay muchísimas, pero algo muy sencillo es centrarse en ver qué puedes reducir de todo lo que usas o qué puedes eliminar, como una membresía de un gimnasio al que no vas. O ver cómo aumentar tus ingresos, quizá pidiéndole al jefe que te suba el sueldo...

Eso no es fácil hoy...

Por preguntar no se pierde nada. Y otro consejo es ver qué puedes crear de la nada. Desarrollar varias entradas de ingresos. Tener hoy solo un ingreso es como decirle a un hortelano que plante solo una tomatera y viva toda la familia de ella.

¿De un trabajo no se vive?

Un trabajo es como plantar un árbol. Y hay que ir plantando otras semillas que nos aporten otras posibles entradas, aunque sea a medio plazo.

Usted también hace ‘coaching para celebrities’. Pero ¿es que hay algún consejo que les falte?

A todos nos vienen bien. Hay quien canta o actúa bien, pero también pueden mejorar en algo. Al final, todos somos muy parecidos.

Veo en las redes sociales sus fotos junto a Will Smith o el confundador de Apple. ¿Qué lección le han dado a usted los VIP?

Con Will Smith parece que seas amigo suyo de toda la vida. No va de nada. Yo aprendo de ellos eso, a no sentirme más que nadie.

Es usted profesor de empresa. Para el sector ¿también tiene recomendaciones? ¿O advertencias?

Una cosa que no hacen bien es no tener ingresos a través de internet. Y la mayoría no lo tienen.

¿Es una empresa complicada reflotar la empresa?

Es un reto, pero posible. Hay muchas cosas que crean conflictos, como cuando se hacen cosas ilegales, se falsean cuentas o no emiten facturas con el IVA. Y eso se acaba pagando por otro lado. Si se hace todo legal, va mejor. Ganas tranquilidad. Si se pagan más impuestos es porque ingresas más...

Por cierto, ¿usted está en deuda con alguien?

Pues estoy pagando la hipoteca. Estuve un tiempo que no tenía ni para comer. Dormía en un coche. Y cuando has estado en esa situación, valoras todo mucho más.

Y hoy, sabiendo tanto de finanzas, ¿está montado en el euro?

Ahora vivo tranquilo. Yo me aplico las claves que promuevo, que al final se resumen en vivir sin problemas. Algo que podemos hacer cada día es cerrar cuentas pendientes, pedir perdón o ser agradecidos. En los Óscar, uno de los ganadores dijo: «Si sus padres están vivos, llámenles». Esos hábitos cambian la economía de la gente. La economía no son solo números, números y números.