Llevar a casa los valores aprendidos en la escuela

Educar en valores es un aspecto tan básico y esencial como el aprendizaje de conocimientos en Matemáticas, Lengua o Sociales. Por eso, en esta nueva entrega de técnicas de estudio de vamos a analizar valores necesarios en nuestra educación

Llevar a casa los valores aprendidos en la escuela
Llevar a casa los valores aprendidos en la escuela

Educar en valores es un aspecto tan básico y esencial como el aprendizaje de conocimientos en Matemáticas, Lengua o Sociales. Por eso, en esta nueva entrega de técnicas de estudio de vamos a analizar valores necesarios en nuestra educación. Y es que todos debemos tener claro que, a lo largo de nuestra vida, interiorizamos o interiorizaremos muchos conocimientos de diversas materias, pero nunca debemos olvidar que también tenemos que aprender a ser personas. Como estudiantes, necesitamos aprender a leer, escribir, sumar, restar, multiplicar, analizar, predecir y evaluar. Pero también debemos aprender a ser honestos, respetuosos y responsables.


Desde siempre, asimilamos valores que luego definirán nuestra personalidad y actitud frente al mundo, a partir de las acciones cotidianas que vivimos en casa, en clase o con nuestro entorno más cercano. Los valores no se enseñan, se descubren a través del ejemplo de nuestros padres y profesores. Por eso, debemos estar muy atentos a cómo actúa nuestro entorno. Conseguir una sociedad de buenas personas depende de todos. En este sentido, la labor de familias, centros escolares y otros colectivos es fundamental, ya que los valores impartidos desde ellas serán los que desarrollemos e interioricemos durante nuestro crecimiento. Y aquí aprovechamos para hacer alusión a una frase de Albert Einstein que dice: "Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás, es la única".


Una de las piedras angulares de nuestra educación es el desarrollo de la autonomía personal. Y es que debemos ser capaces de realizar por nosotros mismos tareas y actividades propias de nuestra edad, en casa y en clase. Por ejemplo, en clase, ser independientes para hacer el ejercicio de Matemáticas, pero también en casa a la hora de vestirnos, hacer la cama o recoger nuestra habitación. También debemos ser respetuosos con nuestros compañeros, profesores, familia o amigos, y esto supone saber convivir y aceptar las diferencias que puedan existir entre unos y otros.


Además, existen una serie de actitudes que van estrechamente relacionadas con los valores y que también nos ayudarán a afrontar el día a día. Por ejemplo, la perseverancia, y con ello nos referimos al cumplimiento de nuestros deberes de manera constante y segura. También la superación, esa capacidad para enfrentar los obstáculos que interfieren con nuestras metas, la capacidad de superar las dificultades que podamos encontrar al hacer nuestras tareas. El cumplimiento de una serie de horarios es fundamental, ya sea a la hora de ir a clase, de levantarnos o de cenar, y esto se traduce en la puntualidad.


En definitiva, sigue el ejemplo de los mayores, aprende de padres y profesores. Traslada a casa e, incluso, a tu día a día todos los valores que aprendas en clase.