María Luisa Segoviano, magistrada: "en el Supremo hemos visto 11.000 despidos colectivos en 2013-2014"

La jurista considera que los trabajadores han sido los grandes paganos de la crisis ya que sus condiciones han empeorado. Lo que reclama a la reforma laboral es que se subsanen las lagunas de las que adolece, porque al aplicarla e interpretarla suele haber problemas y eso crea una inseguridad jurídica que hay que solventar.

María Luisa Segoviano, magistrada de la Sala Cuarta del Tribunal Supremo, participó el 7 de mayo en Zaragoza en las XII jornadas laborales organizadas por la Asociación de Asesores Laborales (Aeal) en colaboración con Más Prevención.
María Luisa Segoviano, magistrada de la Sala Cuarta del Tribunal Supremo, participó el 7 de mayo en Zaragoza en las XII jornadas laborales organizadas por la Asociación de Asesores Laborales (Aeal) en colaboración con Más Prevención.
Asier Alcorta

¿Empieza a remitir la avalancha de litigios en los juzgados por las modificaciones que introdujo la reforma laboral?

En 2014 sí es cierto que los litigios por despido y despido colectivo han descendido algo respecto a 2013, pero hemos de tener en cuenta que el incremento de despidos de 2013 respecto a 2008, que es cuando empieza a notarse la crisis, es del 100%; entonces, el año pasado sí bajaron un poco pero sigue existiendo un gran número de asuntos que ver. Por ejemplo, hablando del Tribunal Supremo, la Sala Cuarta ha resuelto 11.000 despidos colectivos con 11.000 trabajadores afectados solo entre 2013 y 2014. La reforma laboral se aprobó en 2012 pero al Supremo empezaron a llegar los casos en 2013. Y además, hay que tener en cuenta que la mayoría de los despidos no nos llega. Realmente la incidencia de la crisis en la situación de los trabajadores ha sido muy grande, y aunque ha bajado algo, todavía queda mucho para volver a lo que había en 2008.


Tampoco ayuda a desatascar los casos la lentitud de la maquinaria judicial, ¿no?

Hay algo que se ve clarísimo. Y es que si en 2008 cuando empezó la crisis, el número de juzgados que había atendiendo estos asuntos laborales ya era justito, en la actualidad cuando hemos estado al 200% y ahora al 190% más de lo que entraba en 2008 y no se han aumentado en instancia los juzgados –aunque sí hay algún magistrado más en órganos colegiados–, pues eso genera un retraso. Es inasumible que con los mismos jueces que había, habiendo aumentado a más del doble el número de asuntos a tratar, se pueda seguir contestando.


Junto con los despidos ¿qué es lo que más conflictividad laboral está provocando?

La modificación sustancial de las condiciones de trabajo es junto con los despidos colectivos una de las materias que más confllictividad provoca puesto que a los trabajadores cuando les modifican sus condiciones de trabajo no es precisamente hacia mejor sino hacia peor. O bien les disminuyen el salario o bien les aumentan la jornada de trabajo o les cambian los turnos exigiéndoles trabajar domingos y festivos, es decir, circunstancias que inciden seriamente en sus condiciones de vida familiar y laboral y les afectan seriamente. Así que tenemos un gran número de pleitos.


¿Piensa que la reforma laboral ha desequilibrado la balanza de las relaciones laborales?

Creo que la reforma laboral era muy clara. El legislador decía que de lo que se trataba era de adaptar las condiciones de trabajo a las necesidades cambiantes de las empresas y ese adaptar supone lógicamente sacrificios en los trabajadores o peores condiciones de las que venían disfrutando. Es decir, actualmente estamos viendo como algo que hace unos años parecía impensable como que se bajaran los salarios – porque cuando se había llegado a un determinado nivel salarial, el convenio mantenía esas condiciones y habitualmente las mejoraba– está ocurriendo. Hay condiciones regresivas respecto a la situación anterior. Así lo ha establecido la reforma laboral.


Además, según dicta una sentencia, la reforma laboral es constitucional, ¿no?

Así es. El Tribunal Constitucional ha dictado sentencia diciendo que sí, que la reforma es conforme a la Constitución. Lo único que señala, en cuanto a las modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, es la posibilidad de que se puedan impugnar ante los tribunales y que el control judicial tiene que extenderse a la legalidad de la medida, a que existen las causas, y a que la medida sea ajustada o proporcionada a las causas que se alegan.


¿Cree, como piden algunos, que hay que darle otra vuelta de tuerca a la reforma laboral?

No creo que sea necesaria más flexibilidad. Yo lo que pienso que es necesario es una reforma técnica: perfeccionar y llenar lagunas que ahora mismo muchas de las últimas reformas han originado porque claro las reformas son peligrosas en el sentido técnico. Si reformas una ley, hay otra que queda tocada y por tanto, si no te das cuenta de que esa otra ha quedado tocada, pues a la hora de interpretar la norma o aplicarla suele haber problemas y eso siempre crea inseguridad jurídica, una inseguridad que hay que tratar de evitar y solventar. Los jueces no hacemos las leyes. Solo las aplicamos. Lo que queremos es que la ley sea lo más clara y completa posible para que no haya estos resquicios de inseguridad, de posibilidad de interpretaciones divergentes que no ayudan en absoluto a la administración de justicia.


Ha sucedido algo parecido con la reforma de la ley concursal, ¿también tiene lagunas?

La ley concursal es verdad que nada más nacer se quedó corta porque coincidió que al poco tiempo apareció la crisis e hizo que hubiera que reformar inmediatamente una ley que se acababa de estrenar, pero que se mostró enseguida insuficiente. Yha habido que irla reformando. Realmente sigue habiendo muchos concursos en España y hay sitios en los que están los juzgados mercantiles un poco superados por el número tan grande de concursos que hay y los pocos medios que tienen para resolverlos, porque son procesos largos, complejos y hay muchos intereses en juego.


¿Y para cuándo una ley de prevención de riesgos laborales ahora que vuelve a haber más accidentes?

Es algo que se viene reclamando desde hace muchos años. Es esencial. Lo que pasa es que en los últimos tiempos quizá abrumados por la crisis y por los problemas de los despidos y la mala situación de las empresas, se ha olvidado este asunto. Desde luego, habría que retomar porque la seguridad en el trabajo es primordial y que se pueda atender los siniestros desde una ley integral es lo mejor para todos desde trabajadores a empresarios pasando por la Seguridad Social, las compañías de seguros, etc., máxime cuando la ratio accidente en España es elevado en relación con otros países.